El increíble recibo de la luz
Ángel Plaza Chillón/Desde La Iruela. ¿Sabe que su factura de luz no cubre los costes del servicio? Durante la última década este desfase ha provocado una deuda entre los consumidores y las empresas eléctricas de 24.000 millones de euros, el 3% del PIB. La bola de nieve, que crece aún entre 4.000 y 5.000 millones al año, se ha hecho insostenible y el Gobierno está dispuesto a reestructurar el sistema para determinar nada.
Cómo lo hará es todavía una incógnita. Por ahora debe solucionar el déficit, que ya existe y evitar que se genere más. ¿De dónde surge el déficit? La respuesta está en nuestros indescifrables facturas, que reflejan el funcionamiento del sistema eléctrico. Este mercado se organiza en tres fases: la generación de la electricidad (negocio liberalizado), el suministro (cuyos costes están regulados) y la comercialización (actividad liberalizada). El déficit de tarifa se ha generado en la parte reguladora porque los costes han ido aumentando sin que el precio haya subido al mismo ritmo. En gran medida, porque han entregado en el sistema nuestros tipos de energía que son viables gracias a las fuertes subvenciones públicas. En la parte reguladora (tarifa de acceso o peaje), que representan más del 50% de nuestra factura, se incluye el transporte y la distribución de la energía eléctrica, pero también otros costes, como la subvención a los ciclos combinados de gas, el abastecimiento de las islas, las primas a las renovables, las ayudas al carbón nacional o la interrumpibilidad (pagos por desconectarse de la red si hay sobrecarga). La prioridad es cerrar la hemorragia y evitar que se genere más déficit, la legislación preveía ir reduciendo paulativamente el déficit hasta 2013. Este año se había fijado un techo de 1.500 millones de euros, pero ya hay reconocidos unos costes aproximados de 17.000 millones y unos ingresos por tarifa de acceso de 12.000 millones, lo que deja en principio un agujero de 5.000 millones de euros. El Gobierno tiene una patata caliente sobre la mesa. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha reconocido que los costes del sistema eléctrico han subido de manera “desmesurada”: entre 2004 y 2011 aumentaron un 140%. En ese periodo, el coste de las primas de las renovables creció un 400%. Las compañías que generan este tipo de energía se difieren explicando que las primas no son el único coste regulado. La idea de generar un déficit no había supuesto un gran problema si la demanda de la economía desvaneció la posibilidad de compensarlo a través de los ingresos, subiendo el precio de la tarifa de acceso. El Gobierno Zapatero decidió crear como alternativa un Fondo de Titulaciones del Déficit del Sistema Eléctrico (FADE). “Las empresas ceden sus derechos de cobro FADE, que emite bonos con aval del Estado y los coloca en el mercado, pagando así a las eléctricas”, explican desde la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Mientras las acusaciones saltan de un tejado a otro buscando responsables, el Gobierno de Mariano Rajoy ha tomado la primera medida. En febrero aprobó por decreto-ley una moratoria de las primas a las nuevas instalaciones renovables. La medida supondrá un ahorro de 160 millones de euros al año. Las eléctricas consideran que se ha tomado el camino correcto. La CNE ha elaborado un informe no vinculante sobre cómo solucionar el déficit. Entre las propuestas está crear un céntimo verde en las gasolinas, reducir las subvenciones al carbón y a las renovables, recortar la retribución al transporte y la distribución y cargar algunos costes a los presupuestos del Estado. Las futuras decisiones que tome el Ejecutivo serán decisivas para la reestructuración del sistema eléctrico. En definitiva, sería encarecer el recibo de la luz con cuatro euros más al mes de media hasta 2014 para acabar con gran parte del problema.