El Hospital ha tratado 16 casos de leishmaniosis humana desde 2010

Es una enfermedad que afecta a 5 de cada 100 perros cada año en España y que tiene especial incidencia en Andalucía. Pero también puede contagiarse a humanos por “obra y gracia” de un mosquito. Desde 2010, el Hospital de Jaén ha detectado 16 casos, 3 de ellos en menores de edad.

    31 jul 2011 / 09:22 H.

    Entre 20 y 80 personas sufren cada año en España una infección grave por leishmaniosis, una enfermedad que se transmite del animal —principalmente perros— al humano a través de un insecto, que origina fiebre e inflamación del hígado y del bazo y que es, además, letal en un 5% de los casos, según las conclusiones extraídas del II Curso de Infectopatología celebrado recientemente en Madrid y publicadas por Europa Press.
    Para el doctor Fernando Fariñas, representante del Centro de Enfermedades Infecciosas y Salud Internacional de Málaga, este mal se ha convertido en los últimos años en una “enfermedad olvidada”, a pesar de que el mosquito que la transmite (el flebotomo) es endémico en España e infecta a 5 de cada 100 perros al año.
    En Andalucía y, en concreto, en Jaén, la leishmaniosis azota con especial virulencia, tanto en el caso de los cánidos como en de las personas. Así, desde 2010 hasta junio de 2011 —según fuentes del Hospital consultadas por JAEN— 16 personas tuvieron que ser tratadas por la enfermedad, 3 de ellas, además, menores.
    Se da la circunstancia de que el mal es especialmente agresivo y peligroso en pacientes inmunodeprimidos que padezcan anteriormente VIH, cáncer o malnutrición, y se puede presentar en dos formas: la visceral, que es la más grave, y la cutánea, más benigna y prevalente, que se manifiesta a través de úlceras cutáneas, en muchos casos confundida con brotes de psoriasis.
    Esta última variante está “infradiagnosticada” en España,  señala el doctor Fariñas, algo que facilita que los parásitos desarrollen “hiperresistencias” a los fármacos más utilizados.
    virulencia. La leishmaniosis es una zoonosis —patología compartida por canes y humanos— de tipo indirecto, es decir, que no se transmite por contacto directo entre el hombre y el animal, sino a través de insectos “vectores”, que infectan después de picar al principal reservorio del parásito, que es el perro. Fariñas incide en la necesidad de continuar con las investigaciones sobre este mal. “Se han llegado a detectar cepas en pacientes con VIH que utilizan al humano como reservorio y víctima, sin contar con el perro”, afirma. Antonio Heras / Jaén