29 ago 2013 / 07:56 H.
El cargamento de comida para familias necesitadas tirado el martes en un contenedor del Polígono de los Olivares, denunciado por este periódico, investigado por la Policía debe depurar responsabilidades porque supone un auténtico escándalo social. En tiempos en los que Cáritas y el Banco de Alimentos instan a la ciudadanía y a las organizaciones a colaborar para poder ayudar a familias que lo están pasando muy mal escandaliza que una partida destinada, precisamente, a este fin acabe tirada en un contenedor. Según pudo constatarse los productos no estaban caducados y cabe la posibilidad de que la cadena de frío para conservarlos se rompiera y produjera el deterioro de un alimento, por otro lado, de gran calidad. Por este motivo, es fundamental que se investigue hasta el final qué falló, si los alimentos llegaron a una entidad elegida para tal fin y de ser así porque se decidió tirarlos a la vía pública con el consiguiente peligro para las personas que podían haber cogido este producto alimenticio en mal estado. Por responsabilidad social de los organismos implicados se debe dar una explicación a la opinión pública que puede dudar sobre cómo se gestionan estos alimentos. Este error o mala praxis no debe, en cualquier caso, ensombrecer el trabajo de tantos colectivos y organismos que brindan una ayuda fundamental para dar algo de calor al que tan mal lo pasa.