El Cuerpo de Cristo pasea por las calles iliturgitanas
La solemne procesión del Corpus Christi se celebró tras la eucaristía que ofició el arcipreste de Andújar y párroco de Santa María la Mayor, Pedro Montesinos. Una multitud de creyentes dio testimonio público de su fe con su presencia. El cortejo, que fue presidido por la valiosa Custodia Sacramental —única pieza de asiento procesional del siglo XVI que queda en la Diócesis de Jaén—, realizó su recorrido por las principales calles del centro de la ciudad acompañada del clero diocesano, miembros de la Corporación Municipal, representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y hermandades de Pasión y Gloria. Además, en la comitiva también se pudo ver a un buen número de niños vestidos de Primera Comunión y a cientos de fieles.
La solemne procesión del Corpus Christi se celebró tras la eucaristía que ofició el arcipreste de Andújar y párroco de Santa María la Mayor, Pedro Montesinos. Una multitud de creyentes dio testimonio público de su fe con su presencia. El cortejo, que fue presidido por la valiosa Custodia Sacramental —única pieza de asiento procesional del siglo XVI que queda en la Diócesis de Jaén—, realizó su recorrido por las principales calles del centro de la ciudad acompañada del clero diocesano, miembros de la Corporación Municipal, representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y hermandades de Pasión y Gloria. Además, en la comitiva también se pudo ver a un buen número de niños vestidos de Primera Comunión y a cientos de fieles.

Los puntos de Andújar por donde pasó la Custodia con el Cuerpo de Cristo estaban adornadas con flores, colgaduras y mantones de Manila, como expresión de amor y devoción hacia el Señor. Asimismo, no faltaron los altares que se levantaron al paso del Santísimo por diversas cofradías y comunidades de vecinos. Los monumentos destacaron por sus originales puestas en escena, con plantas aromáticas, flores, fotografías, enseres e imágenes religiosas, bellamente exornados para la ocasión a base de helechos silvestres y mastranzos en el suelo, para alfombrar el paso de Dios hecho Pan. Asimismo, fue emotivo el paso de la Santa Custodia por la calle Alhóndiga y por la Plaza de Santa María, en su regreso al templo parroquial, donde se rezó una oración.
La hermana mayor de la Cofradía del Santísimo Sacramento, María del Carmen López Muñoz, mostró su satisfacción por el desarrollo de la celebración religiosa. Entre los objetivos de la hermandad se encuentra involucrar a los jóvenes de la ciudad.