El concesionario en el que trabajó el estafador recurrirá el fallo
El gabinete jurídico del Grupo Ávolo prepara un recurso a la sentencia de la Audiencia Provincial de Jaén, que lo obliga a hacerse cargo de la responsabilidad civil subsidiaria de las estafas que cometió uno de sus trabajadores. Hubo 13 clientes afectados, a los que se les ha de reparar el daño.
El presidente de Ávolo, Juan Arévalo, dice que la sentencia de la Audiencia Provincial de Jaén no hace justicia, por lo que prepara un recurso.
El presidente de Ávolo, Juan Arévalo, dice que la sentencia de la Audiencia Provincial de Jaén no hace justicia, por lo que prepara un recurso.
El tribunal le obliga a responder por el daño de las estafas que cometió uno de sus trabajadores, que reconoció el delito y ha sido condenado a dos años de prisión —se le pedían cinco—. Germán P. O. —así se llama este extrabajador— solicitaba a los clientes que dieran una cantidad en depósito o que pagaran el vehículo a cambio de hacerles “buenos descuentos”. En cambio, luego, el coche nunca se lo entregaba y, también, se quedaban sin el dinero. El procedimiento abierto determina que hay 13 casos. El vendedor reconoció el delito, pero también declaró su insolvencia. Por ello, la Audiencia Provincial condenó a su empresa, que era el Grupo Ávolo, a devolver el importe. En el sumario hay cantidades que van desde los 10.000 hasta los 30.000 euros, por lo que la responsabilidad civil superaría los 150.000 euros. El tribunal determina que el estafador actuó siempre en nombre de la empresa, dentro de sus instalaciones, entregó recibos de esta sociedad y no fue detectada su conducta. Por ello, condena a Germán P. O. a dos años de prisión y a Ávolo a devolver el dinero.
Sin embargo, el presidente de la compañía asegura que recurrirán el fallo del tribunal porque tiene claro que los recibos que se dieron no se corresponden con las operaciones reales o, dicho de otro modo, que podría haber una maniobra para obtener dinero de la empresa y que, realmente, no se hubiera dado parte del dinero que se reclama ahora en los tribunales. Lo hace porque duda de la palabra de su exempleado, del que queda probado —y condenado— que estafó a los clientes, por lo que piensa que también lo podría hacer ahora con su empresa. De ahí que dice que no se conforma con la sentencia y que recurrirá el fallo de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén. Precisamente, después de la conformidad tras reconocer el delito, la clave del juicio estuvo en quien debía reparar el daño. Enrique Alonso /Jaén