El arte de la Tauromaquia, en el grabado y las estampas
El toro bravo y, en general, la temática taurina, ha sido fuente de inspiración de artistas, no sólo españoles e hispanoamericanos, sino también de los países más diversos. Un tema amplio que el pintor y crítico de arte, Miguel Viribay, abordó en la conferencia El toro en la obra gráfica. Goya, Picasso... y pintores jiennenses, que pronunció anoche en el Colegio de Veterinarios de Jaén.

El acto cerró un ciclo sobre animales en las bellas artes, organizado por la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental, cuyo presidente, Antonio Marín Garrido, presentó al conferenciante. En este ciclo dijo, la provincia de Jaén ha tenido una presencia importante, ya que hubo un concierto de la Banda Sinfónica de Jaén y conferencias de los profesores, Antonio Chicharro Chamorro, Pedro Galera y la de Miguel Viribay. Este último, dio cuenta de la importancia que corresponde a la obra grabada, a la estampa, y de su transcendencia divulgativa del universo taurino, “desde las obras que, a modo de suvenir, vendieron los estamperos parisinos”.
Viribay habló de los aspectos ajenos a la veracidad de la fiesta de grabadores ingleses y franceses, y se remontó a la Tauromaquia del pintor salmantino Antonio Carnicero, fallecido en 1814. A ella, apoyado con diapositivas, siguió la de Goya y mencionó a algunos artistas jiennenses como José Elbo y Juan de Alaminos. Destacó la importancia de las tauromaquias de Picasso y de Juan Barjola, y las de los pintores jiennenses, Lorenzo Goñi y Andrés Barajas. Dejó como final la última de las grandes tauromaquias estampadas, del pintor Eduardo Naranjo, del que destacó su singular realismo, “tendente a rescatar texturas de sensación verdaderamente plástica”.