El alquiler baja un 10% en un año
Renegociar. Esa es la palabra que vincula a quienes buscan un piso para vivir y a los arrendatarios, que optimizan la operación sin perder de vista el contexto. El precio del alquiler ha disminuido un 10 por ciento en el último año, según aseguran a este periódico agencias inmobiliarias de la capital. “Todo el mundo renegocia.

Si estás al corriente de los pagos, puedes renegociar fácilmente y llegar a un acuerdo”, revela Juan Flores, autónomo jiennense que alquila “pisos pequeños” desde hace casi una década. Las cifras confirman la disminución del valor de los arrendamientos. Apartamentos con un tamaño de entre 20 y 30 metros cuadrados han experimentado un notable abaratamiento desde la crisis hasta la actualidad. “Yo trabajo con dos. Empecé alquilándolos por unos 450 euros. Ahora me piden que los ponga a 300”, ejemplifica.
El autónomo asegura que gana menos dinero. “El precio ha bajado cerca de un 30 por ciento con respecto a los tiempos previos a la recesión”, señala. Antonio Ávalos, gerente de Aifa Agencia Inmobiliaria, afirma que la caída puede ser incluso mayor. “Un inmueble que antes tenía un precio de 500 euros, ahora se alquila por 370”, manifiesta. Ávalos comenta que los clientes que sí pueden hacer frente a un precio superior a 500 son “más exigentes”. Flores explica que su pretensión, dada la situación, es trabajar con clientes fiables. “Lo que necesitas es que te paguen, que no haya problemas”, dice. Los contratos no suelen sobrepasar el año de duración. Es una consecuencia de la inestabilidad laboral: trabajadores que cambian de empleo o que, peor aún, se quedan en el paro y no pueden costear el alquiler. “Lo idóneo es que, al menos, haya un compromiso de un año, pero cada vez es más complicado. Tengo un piso en la calle Colón que ha tenido 4 personas en 2 años”, cuenta el autónomo. No obstante, una de sus inquilinas lleva 4 en otro.
solicitudes. Si los interesados demandan precios asequibles es porque no esperan vivir en apartamentos lujosos. Todo lo contrario: basta con las condiciones mínimas. “Equipamiento básico y poco más. Aunque sí es cierto que hay diversidad. La gente pregunta por el espacio y por la comodidad de las habitaciones”, manifiesta Flores. “Lo lógico es que quienes precisan de artículos de más calidad tengan el poder adquisitivo para comprarlos”, agrega.
Ávalos, de Aifa, dice que la compra de pisos también se ha resentido debido a la carestía económica. “El precio medio de un apartamento está en 1.000 euros el metro cuadrado”, agrega. Ávalos, en la línea de Flores, cree que la caída del alquiler —y de la venta de inmuebles— está directamente relacionada con el miedo de los clientes potenciales a perder su empleo. “Hay poca estabilidad laboral, que es lo que nos pide el propietario para firmar contratos con los interesados”, ahonda. Los arrendatarios, que interpretan el mercado, deben estar abiertos a negociar. O, como ellos dicen, a renegociar. Es, también, la elección de quienes buscan piso.