El 40041 deja 35.000 euros en casa

Los vecinos de Santiago de la Espada están, estos días, de fiesta pero, sin duda, hay uno de ellos que lo está por un motivo muy claro: acaba de ganar 35.000 euros, ya que es el poseedor de uno de los tres cupones del sorteo de la ONCE del pasado 15 de septiembre que coincidieron con el número que salió en el bombo: 40041. César Blázquez Algar, un santiagueño de 49 años, fue el vendedor que llevó la suerte hasta este término municipal.
Blázquez ejerce su trabajo de manera ambulante y, el pasado jueves, vendió muchos cupones en la feria de Santiago de la Espada. Al cierre de esta edición, sin embargo, desconocía la identidad del afortunado. “No sé todavía quién ha ganado los 35.000 euros, pero tiene que ser alguien del pueblo”, afirmó el vendedor. “Estamos de feria y ese día estuve con la máquina del TPV”, añadió. Por tanto, o bien el ganador del cupón de la ONCE escogió directamente el número premiado o, por el contrario, el azar lo hizo.
Para Blázquez es la primera vez que da un premio tan “gordo”, aunque es reseñable que solo lleva en este trabajo desde el pasado 28 de diciembre. Es decir, desde el Día de los Inocentes.
A pesar de la lógica algarabía que causa en un pueblo la celebración de sus fiestas, durante la jornada de ayer se comenzó a propagar la noticia del acertante. “La gente me está preguntando ya que quién es, y yo les digo que no sé nada”, reconoció Blázquez.
Casualidad. En otra provincia, Murcia, pero no a demasiados kilómetros de distancia —Santiago de la Espada linda con ella—, “cayeron” otros dos cupones con el máximo premio. La historia del ganador es, también, la del propio vendedor de la ONCE.
Lo explica él mismo, Juan Martínez Albarracín: “Son cupones expendidos a través de la TPV, ambos con 35.000 euros, 70.000 en total, que me han tocado a mí”, asegura, feliz. “Los saqué y se los ofrecí a un cliente que luego los rechazó, porque dijo que prefería otros del tipo tradicional”, explica. “Por no discutir, me quedé yo esos dos, que fueron los premiados”, añade este vendedor de la ONCE que trabaja desde hace casi ocho años en el polígono industrial de La Serreta.
Se trata de la primera vez que da un premio de esta envergadura y, además, ha sido para él “una alegría doble”, afirma Martínez, que usará el dinero para pagar la hipoteca de su casa y el coche.