Dolor por el atropello mortal de dos alcalaínos en un rally en Córdoba

El suceso ocurrió en torno a las 4 y cuarto de la tarde, minutos después del comienzo de la carrera. Se da la circunstancia de que el vehículo implicado en el atropello era conducido por el destacado piloto granadino Francisco Javier Agüí Díaz, una persona muy vinculada con el municipio por su condición de ganador de la Subida a la Mota—la última ocasión en la edición de 2010, celebrada en octubre— y por haber llegado a correr con el Motor Club Alcalá.
Según las fuentes consultadas, la hipótesis que se baraja es que el Peugeot 206 S1600 sufrió un fallo mecánico —al parecer en los frenos—, lo que hizo que impactara en una de las curvas del trazado contra el público que presenciaba la prueba, puntuable para el Campeonato de Andalucía y disputada en la CO-6410.
Francisco Javier Gutiérrez, presidente del Motor Club Alcalá, se muestra consternado por el accidente y explica que pudo ser mucho más trágico, ya que en el momento en el que aconteció se encontraban con los fallecidos, al menos, otros tres alcalaínos. Además, a solo unos metros de distancia, en otro punto, había otro grupo de aficionados de Alcalá. Gutiérrez explica que el menor de edad era un voluntario del colectivo que dirige y que el otro, aunque actualmente no era socio, había pertenecido a él. Ambos eran muy conocidos y queridos por los seguidores de este deporte. Aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de que existieran heridos, finalmente esta circunstancia quedó descartada. Según las fuentes, el menor perdió la vida prácticamente en el acto, mientras que Pedro Javier P. E. no pudo salvarse pese a los intentos de reanimación. Hasta la zona se desplazó un helicóptero de los servicios sanitarios.
La Guardia Civil se ha hecho cargo de las investigaciones para esclarecer las circunstancias exactas del fatal percance y deberá determinar si las víctimas se encontraban en una zona permitida o no cuando el turismo se salió de la calzada y salió recto hasta el área ocupada por espectadores. La seguridad es uno de los quebraderos  de cabeza para los organizadores de los rallies de montaña, una modalidad que se disputa, en genera, en vías interurbanas secundarias y con un trazado sinuoso. En el caso concreto de la competición, la organización correspondía a la Escudería Sierra Morena. La prueba quedó suspendida por el accidente.
Lo sucedido en Pozoblanco ha causado un enorme impacto en Alcalá la Real. La cantidad de seguidores al motor es tal en el municipio que otro grupo de personas se había viajado hasta Portugal para asistir a otra carrera.  Juan Rafael Hinojosa / Alcalá