'Decidimos vivir en una caravana para ahorrar y poder comprarnos un piso'
A. Heras /Jaén
Todo comenzó como una aventura veraniega, un experimento. María Jesús Martínez, una albanchenera de veinticinco años, se trasladó con su novio desde Jaén capital —donde ambos tenían trabajo— hasta San Pedro de Alcántara, en Marbella -Málaga- para, según sus palabras, 'cambiar de aires'. Ella era auxiliar de enfermería —ahora en el paro, pero inmersa en un curso de peluquería— y él tiene su puesto en el mundo de la hostelería, algo que en la Costa del Sol casi asegura el empleo.

Todo comenzó como una aventura veraniega, un experimento. María Jesús Martínez, una albanchenera de veinticinco años, se trasladó con su novio desde Jaén capital —donde ambos tenían trabajo— hasta San Pedro de Alcántara, en Marbella -Málaga- para, según sus palabras, 'cambiar de aires'. Ella era auxiliar de enfermería —ahora en el paro, pero inmersa en un curso de peluquería— y él tiene su puesto en el mundo de la hostelería, algo que en la Costa del Sol casi asegura el empleo.
El destino marbellí no fue casual, ya que allí fue donde la pareja se conoció. “Además, a mi novio le ofrecieron una cosa mejor aquí y nos mudamos”, cuenta la joven. Los primeros meses, como miles de andaluces, alquilaron un piso. En ese entonces los dos aportaban un sueldo a la economía doméstica y decidieron comprar una autocaravana “por placer” para las vacaciones. Y ahí empezó la verdadera aventura. “Como en San Pedro de Alcántara los alquileres son bastante caros, llegamos a un acuerdo con el propietario del piso para que él lo alquilara en verano”, explica Martínez.
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