Cuando una letra lo cambia todo
Juan de Dios Jódar, desde Jaén.- Entre las muchas faltas que se cometen hoy día al hablar y escribir hay unas que consisten en cambiar una sola letra para que quede algo disparatado; otras palabras, con este cambio, no significan nada en absoluto, sino un verdadero dislate.
Eso pasa por el desinterés en el buen uso de nuestra lengua, copiando lo que dicen otros como papagayos sin tener la mínima curiosidad por saber si tales novedades tienen algún sentido.
Muchos de los efectos del trueque de una letra por otra son graciosos. Con eso de poner eses a trochemoche, cuando un barco hace “aguas” es que se está orinando, porque si le entra agua hace agua. Saber algo de sobra es conocerlo bastante bien; pero por qué no añadirle una ese, lo sabremos de “sobras”, y así lo mezclamos con restos de comida. Mención aparte merecen los términos tifosi y spaguetti, (el masculino singular es tifoso y spaguetto), que vinieron de Italia tan ricamente, con su significado en plural. Ahora, la insania colectiva está haciendo doblemente plurales los plurales, puesto que cuando se fueron creando las lenguas romances a partir del latín, el español y el francés adoptaron los plurales en —s, pero el italiano formó en —i los sustantivos masculinos terminados —o y en —e. Por eso no se debe decir “los “tifosis” ni los “spaguettis”. El caso de un nombre terminado en —e sería carabiniere, cuyo plural es carabinieri.
Citaba una señora a los guardiamarinas del Juan Sebastián Elcano como “guardiasmarinas”, cosa que le parecería más apropiada. Lo raro es que las ganas de ver eses donde no las hay, haya llevado a los locutores a quitársela al equipo azulgrana cuando se refieren a los azulgranas, que lo nombran como los “azulgrana”; es curioso este caso. No obstante, dicen bien, por ahora, los blanquiazules o los verdiblancos para referirse a los españolistas y los béticos, por ejemplo; según la regla de tres aplicada al caso tendrían que decir los “blanquiazul” y los “verdiblanco”. Supongo que será hasta que alguna mente superior crea darse cuenta de que se dicen todos mal menos el que cree que se dice bien, y entonces los que hablan en radio y televisión le manguen las eses a estos plurales. También habrán oído decirle a alguien que alardea de algo “¿Dónde vas con esas “ínsulas”? en lugar de ínfulas: la ínsula en castellano antiguo era una isla. También se puede denominar así a un lugar pequeño o a un gobierno de poca entidad, como el que tuvo Sancho Panza. A veces no se sabe distinguir entre la hégira, o era de los musulmanes que se cuenta desde el año 622, cuando el profeta Mahoma huyó de La Meca a Medina, y la palabra égida, que significa protección o amparo. Así que es un desatino decir que nos encontramos bajo la “hégira” de un presidente o de un alcalde, porque no tienen nada que ver una palabra con otra, solo se parecen, y porque en el supuesto de que lo dijeran medio bien, sería un uso impropio el de égida con la acepción bajo el mandato de, que es con la que se pretende colocar. La negociación para contratar a un importante futbolista había quedado en “suspense”. No dudo que hubiera muchísima expectación por saber lo que pasaría con él como si estuviéramos viendo una película de Hitchcock, pero estaba claro que el fichaje de aquel genio del balompié había quedado en suspenso. No llamemos “ex proceso” sino ex profeso, a hacer algo con intención, ni “plisplás” por pispás hacerlo en un santiamén; no digamos “destornillante” sino desternillante, cuando algo nos resulte gracioso. Digamos moratón y no “moretón”, traspié y no “traspiés”, fratricida y no “fraticida”. Digan una carrera contrarreloj (que significa contra el reloj) y no “a contrarreloj”, suministrar algo con cuentagotas, no “a cuentagotas”, cuando menos en el sentido de al menos, nunca “cuanto menos”, y ya quisiera yo no volver a oír en mi vida “punto y final” que inventaría algún lumbrera de los medios audiovisuales, porque a diferencia del punto y seguido o el punto y aparte, el que termina un escrito o un acontecimiento es el punto final, adjetivo que califica al tipo de punto que es.