Cuando ser un negocio diferente es el mejor aval para mantenerse

Hacen de su particularidad el reclamo para el consumidor. Negocios originales de la capital dejan atrás la crisis y afianzan a su clientela, al tiempo que cubren una oferta con escasa competencia en la provincia. La especialización como factor que marca la diferencia. Esa es la esencia.

26 abr 2015 / 08:58 H.


Ana Colmenero Calderón, de treinta y seis años de edad, es propietaria de Tecno Spica, una tienda que hibrida su ámbito informático con una de las principales aficiones de Colmenero y su marido, Ángel David Rus: la astronomía. “Empezamos en el año 2008, centrados, exclusivamente, en el apartado informático, porque es la formación de mi esposo. Metimos la cuña de Spica, el nombre de una estrella, para introducirnos en el mundo de los astros”, recuerda. Y, ciertamente, la idea ha resultado. Es el único comercio de este tipo en Jaén capital. “Hay tres o cuatro en toda España”, asegura la empresaria.


Factor. La mayor parte de la venta de artículos sobre astronomía de Tecno Spica se realiza a través de internet. “Al principio, como formamos parte de la agrupación Los Amigos de la Astronomía de Jaén, patrocinábamos foros”, cuenta. Prismáticos, cámaras, monturas, filtros y trípodes especiales son los productos más reclamados. Algunos van a parar a otros países, como es el caso de Portugal. “Estamos especializados en telescopios. Son muy solicitados”, afirma la jiennense.
El perfil del cliente, asegura Colmenero, es el de un aficionado a la fotografía que, además, tiene interés en los astros y sus movimientos. “En Jaén tendremos, aproximadamente, medio centenar de compradores potenciales. Comercializamos más fuera por una cuestión sencilla: el volumen de la población”, defiende. Las actividades que organiza la citada agrupación sirven también para captar a más posibles consumidores y expandir el interés por la ciencia de los astros. “Hemos hecho exhibiciones en colegios. A los menores les impresiona mucho todo lo que tiene que ver con este campo. La gente quiere, por ejemplo, que le pongas un microscopio para descubrir cosas”, agrega. “En mayo queremos hacer más exposiciones públicas”, añade. El balance de Tecno Spica es positivo, más aún al tener en cuenta que el inicio de su actividad comercial coincidió con el comienzo de la crisis. “Como nunca hemos visto ‘vacas gordas’, si hemos llegado hasta aquí es porque lo estamos haciendo bien”, analiza la empresaria. Cuenta que una de las claves para el negocio es ofrecer diferentes alternativas al consumidor. “En lo que concierne al ámbito informático, tenemos la tienda física, servicio técnico y de reparaciones. Es vital apoyarse en varios pies: si falla una cosa, que haya otra que funcione”, dice. 

El asunto de especializarse es muy importante para la marca del matrimonio, pues le sirve para tener una oferta interesante en los meses de verano, tradicionalmente más débiles en su negocio. “La parte dedicada a la informática se queda muy parada en el estío: mucha gente se va de la capital. Sin embargo, la astronomía es más demandada en verano. Hemos hecho agostos estupendos”, recuerda la mujer.


Originalidad, distinción y exclusividad explican que comercios que, “a priori”, pueden parecer extraños consigan consolidarse en el mercado. “Nosotros, en el caso de los astros, somos más aficionados que tienda. Eso ayuda a que tengamos siempre ganas de hacer cosas”, defiende. Y el ímpetu de innovación funciona.