Comparsa 'Los vividores'.-Amor en cada puerto
María Dolores Salcedo /Arjona
Se asomaron al Teatro Manuel de Falla de Cádiz, patearon su escenario, cantaron sus coplillas y regresaron a Arjona, sin pase a la final ni premio, pero satisfechos porque todo salió a pedir de boca. El público se divirtió y ellos habían cumplido un viejo sueño, actuar en la quintaesencia del Carnaval.

Se asomaron al Teatro Manuel de Falla de Cádiz, patearon su escenario, cantaron sus coplillas y regresaron a Arjona, sin pase a la final ni premio, pero satisfechos porque todo salió a pedir de boca. El público se divirtió y ellos habían cumplido un viejo sueño, actuar en la quintaesencia del Carnaval.
La comparsa se llama “Los Vividores” y la integran un grupo de chirigoteros surgido de anteriores agrupaciones carnavalescas que, en esta edición, ha decidido formalizarse como comparsa de Arjona. La gran mayoría de sus miembros es de este municipio, muchos de ellos miembros de la tuna Los Últimos Románticos, y algunos son de Jaén y Lahiguera.
Este grupo carnavalero nace de la ilusión por disfrutar con la música y transmitir su alegría a todo el público que acuda a verlos y oírlos. Tras varios años de participación en certámenes y concursos de chirigotas y comparsas, bajo los nombres de “Ladrones de Coplas” o “Los hijos del fuego”, este año lo hacen como “Los Vividores” y han querido hacerlo por la puerta grande, con su participación, por primera vez, en el Carnaval de Cádiz, en el Concurso de Agrupaciones y Comparsas que se celebra en el Teatro Manuel de Falla. Lo suyo ha sido un botón de muestra, porque no consiguieron superar la fase preeliminar y se quedaron justo en la mitad del corte, al obtener 152 puntos. Se quedaron en medio, como el jueves, con 27 agrupaciones delante y 28 detrás.
De la experiencia vivida, los componentes de esta comparsa, destacan muchos momentos buenos, como la preparación en camerinos o la convivencia con las demás comparsas. Pero, si hay dos momentos con los que se quedan son, uno cuando se levantó el telón y vieron ante sí todo el teatro lleno al completo y, apesar de ello, pudieron localizar entre el público a sus familiares y acompañantes y, el otro punto álgido, por supuesto, fue el momento del aplauso, algo que según aseguran les resulta aún hoy, indescriptible. “Ese aplauso nos hizo venirnos arriba y cantar la siguiente coplilla con más fuerza, gracia y seguridad, a pesar de que en todo momento tienes presente que estás en el Falla”, comenta uno de los miembros. Las letrillas son de Juan Diego Segovia, y la música de José González.
Unos señores viva la vida
La misma noche de la apuesta un bohemio se acercó con una guitarra vieja y algunas botellas de ron.
Me contó una de esas historias
que superan la realidad.
Sonriente, boquiabierto, no paraba de escuchar.
Mil mujeres en su cama, y otras tantas mil batallas,
su guitarra por bandera y un cante del alma.
Dime el rumbo viejito que ese viaje quiero hacerlo yo.
Con la condición,
que pidas perdón, a todas
las hembras que marineré
y engañé por el mundo
en alguna ocasión.
Para hacer ese viaje
no existía ningún mapa,
el camino era la canción
que el viejito nos cantó.
Le prometí que os lo contaría a ese viejo charlatán,
Ahora pongan el oído, que el viaje va a empezar…