Cómo aprobar la última asignatura casi por la cara

Acabar una carrera es un sacrificio importante, hasta el punto de que muchos abandonan cuando les queda una única asignatura, después de agotar todas las convocatorias. El Defensor del Universitario plantea una fórmula para buscar salida a situaciones particulares.

    22 jul 2009 / 10:25 H.

    Todas las carreras tienen una asignatura “hueso” que se convierte en la pesadilla de los alumnos. De hecho, son muchos los que abandonan la Universidad por culpa de esa materia “imposible” de aprobar. Para evitar que esto ocurra, el Defensor Universitario, Pedro Félix Casanova, propone como solución la evaluación curricular de los alumnos a través de las comisiones de compensación.
    Ese es el contenido del informe que fue presentado por el Defensor Universitario al equipo de Gobierno de la Universidad con el objetivo de que ni un solo alumno se quede sin terminar sus estudios universitarios por una asignatura. De hecho, la propuesta, entre otras justificaciones, se asienta en una petición de los estudiantes.
    “La evaluación curricular pretende dar respuesta a ciertas situaciones académicas particulares que impiden que el estudiante, que ha realizado un esfuerzo para progresar en sus estudios, pueda obtener el título al que aspira debido a un pequeño porcentaje de créditos o asignatura”, dice el informe.
    La iniciativa intenta que el alumno que se encuentre en esta situación tenga una última oportunidad para conseguir el título, algo que se lograría a través de las comisiones de compensación. “Su finalidad es enjuiciar la labor desarrollada por el alumno para decidir si está en posesión de los suficientes conocimientos científicos y competencias profesionales para obtener el título a pesar de no haber superado la totalidad de los créditos”, afirma el texto.
    Pedro Félix Casanova asegura que su informe es una propuesta para que el equipo de Gobierno de la UJA evalúe si es conveniente ponerlo en marcha. En el caso de que siguiera adelante, se debería desarrollar una normativa que establezca cuáles son los requisitos que debe cumplir el alumno y el sistema para decidir si debe conseguir el título o no. En este punto, el defensor Universitario apunta que lo idóneo es que el reglamento fuese el mismo para todas las escuelas y facultades, no como en Granada, que varía según el centro, algo que puede generar polémica o despertar suspicacias.
    El estudio realizado por el defensor universitario analiza la situación de 25 instituciones académicas españolas con el objetivo de ver cómo se aplica en cada una de ellas. Entre otros factores, se centra en el número de asignaturas que se podrían compensar, cuáles no serían objeto de la propuesta, la carga lectiva mínima cursada en la Universidad en que se solicita la evaluación y el número de convocatorias agotadas.
    I. E. / Redacción