Cisne negro.-Una reina con tutú

Por Nuria López Priego 
La música amansa a las fieras, libera, embriaga y eleva el espíritu lejos de la mediocridad mundana, pero, como reflejo del hombre y de sus circunstancias, no nace solo de la belleza, de la excelencia y la exquisitez. También se nutre de las más bajas pasiones, de las penas más inconsolables, de la maldad más insospechada y, por si no fuera poco, como casi todas las artes, está en deuda eterna con la locura.

    02 mar 2011 / 11:49 H.

     Y, precisamente, del vínculo entre las dos —entre la esquizofrenia y el arte— nace Cisne negro, la arriesgada y esperada última película de uno de los cineastas más atrevidos, provocadores e interesantes de los últimos quince años, el estadounidense Darren Aronovsky.
    A partir del archiconocido ballet El lago de los cisnes, el creador de la aclamada Réquiem por un sueño y de la paranoica Pi construye una cinta elegante, compleja y seductora como la música de Tchaikovsky; intensa, como el sexo entre los que se aman con desesperación, y suicida, como casi todas las obsesiones. Cisne negro es como un cristal roto de planos acelerados y cortos, tamizados por la subjetividad y la esquizofrenia de una joven bailarina, ingenua y prometedora, que pierde la razón cuando le ofrecen el papel de su vida: interpretar a la protagonista de El lago de los cisnes, Odette, y a su alter ego, la malvada Odile. En ese momento, se le nubla la razón y comienza una tragedia audiovisual apabullante, atropellada, claustrofóbica y soberbia en la que la realidad se confunde con la paranoia y en la que ni el espectador se libra del caos y la locura.
    Cisne negro es un summum de ambiciones, envidias y deseos frustrados y reprimidos. Una competencia constante por el éxito y la lucha sin cuartel de un personaje —interpretado magistralmente por la oscarizada Natalie Portman— contra sí mismo y sus limitaciones; contra la mojigatería de su educación y contra el puño que representa una madre protectora, posesiva y autoritaria. Pero, sobre todo, es la inquietante tela de araña de un “loco” y un genio: un Aronovsky que nunca deja de engatusar con su excéntrica visión del mundo.

    Cisne negro
    Director: Darren Aronovsky
    Protagonistas: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis