Cincuenta aniversario del grupo escultórico del Descendimiento
Antonio J. Muñoz /Jaén
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Cristo Descendido de la Cruz y Nuestra Señora de las Angustias celebra, este año, el cincuentenario de la realización del grupo escultórico del Descendimiento, tallado por el imaginero Víctor de los Ríos Campos.

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Cristo Descendido de la Cruz y Nuestra Señora de las Angustias celebra, este año, el cincuentenario de la realización del grupo escultórico del Descendimiento, tallado por el imaginero Víctor de los Ríos Campos.
El entonces gobernador de la cofradía, Pedro Cañones Moya, y el escultor madrileño y académico de Bellas Artes Víctor de los Ríos Campos, formalizaron, el 5 de noviembre de 1959, el pertinente documento privado. El informe se hace eco de la adquisición de un paso procesional que se denominaría “El Descendido", que estaría compuesto por cinco figuras de tamaño natural, talladas en madera de buena calidad, apto para estos trabajos y estofadas en oro.
Detalla que las cinco figuras se compondrían de un grupo unido formado por un Cristo muerto, San Juan y José de Arimatea, a los que acompañaría, por separado, la Santísima Virgen, sentada, en espera del cuerpo del Señor. Complementaría el cuadro una cruz de “rollizo" de la que descendería Nicodemo mientras contemplaba la escena.
En el documento también se refleja que el escultor tendría que efectuar la entrega del trabajo con la antelación suficiente como para que el grupo escultórico pudiera realizar el desfile procesional en la Semana Santa del año 1960.
Paso de Misterio
El paso de misterio del Descendimiento, está formado, desde su origen, por siete esculturas realizadas a tamaño natural que representan el momento en el que Cristo, una vez descolgado de la cruz, es entregado a su madre, que se encuentra sentada a la izquierda y acompañada de las santas mujeres que sostienen el sudario para recoger el cuerpo de Jesús Salvador.
Mientras tanto, enfrente, San Juan sostiene el cadáver de Jesús, ayudado por José de Arimatea, a la vez que Nicodemo se presta a bajar del madero. A los pies figura una placa de plata conmemorativa que está dedicada a la memoria de Pedro Cañones Moya, impulsor de la creación y gobernador de la cofradía en 1960, año en que se constituyó el grupo.
Nueva corona
El 22 de marzo de 1996, en la Santa Iglesia Catedral, se celebró la ofrenda de una corona a la Santísima Virgen del paso del misterio del Descendimiento de la hermandad, por parte de la Real Cofradía Sacramental de la Buena Muerte. La joya fue solemnemente bendecida en el transcurso de la eucaristía, y la ofrenda se realizó en el ofertorio, al mismo tiempo que se hizo entrega de una nueva sábana blanca y dorada. En la solemne celebración participó la Capilla de Música de la Catedral, bajo la dirección de Alfonso Medina Crespo.
La corona de la Virgen Mariá fue hecha en los talleres de Arte Moreno, ubicados en Granada, y está colmada en plata sobredorada.
Paso procesional
El grupo escultórico de “El Descendido" realizaba su estatutaria estación penitencial el Miércoles Santo por la tarde, en un paso procesional que también estaba realizado por Víctor de los Ríos Campos en 1962. En 1984 se hizo y acopló una nueva estructura-soporte metálica con los cinco inmensos varales forrados en madera y con los apoyos tapizados en terciopelo negro. Ciento veinte anderos lo portan, de forma majestuosa, en la estación de penitencia y manifestación pública de fe, cada Miércoles Santo, por las calles de la capital jiennense.
Desde 2002, procesiona en el antiguo trono del Cristo de la Buena Muerte, elaborado en 1929 por José Castillo Ordóñez.