Científicos desvinculan el cáncer de la Fábrica de Uranio de Andújar
José Rodríguez Cámara /Jaén
La radiación en Andújar y en un radio de treinta kilómetros a la redonda es mayor que en otros municipios. El motivo, es el funcionamiento de la fábrica de uranio del municipio, ya desmantelada. A pesar de ello, los niveles, según un estudio encargado por el Congreso, no son preocupante.
La radiación en Andújar y en un radio de treinta kilómetros a la redonda es mayor que en otros municipios. El motivo, es el funcionamiento de la fábrica de uranio del municipio, ya desmantelada. A pesar de ello, los niveles, según un estudio encargado por el Congreso, no son preocupante.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y el Instituto de Salud Carlos III (IscIII) determinan, en un informe fruto de una investigación que abarca el periodo comprendido entre 1975 y 2003, que el funcionamiento de la Fábrica de Uranio de Andújar no está relacionado con el incremento de casos de cáncer en la ciudad y en los municipios en un radio de treinta kilómetros. La investigación surge a raíz de una proposición no de ley del Congreso, del año 2005, en la que se instaba al Gobierno a analizar las consecuencias de instalaciones nucleares en la población. Para ello, además del municipio iliturgitano, se estudiaron, entre 2006 y 2009, en 981 pueblos y ciudades, la incidencia de 17 tipos de cáncer, incluida la leucemia. Los expertos determinaron que las dosis de radiación acumuladas a causa del funcionamiento de las instalaciones son, según las conclusiones del informe, “muy reducidas”. El CSN determina que, de hecho, “están muy por debajo de los niveles que podrían afectar a la salud de las personas”. Las respuestas puntuales halladas en algunos momentos, tal y como se establece, “no han podido ser atribuidas a la exposición derivada del funcionamiento” de las centrales o de producción de combustible.
Eso sí, aunque sin ser dañinas, en el conjunto de las instalaciones del ciclo del combustible, los entornos de las de Andújar, La Haba y Saélices el Chico son las zonas donde las estimaciones de dosis de radicación derivadas de las emisiones dan valores más elevados, aunque las dosis acumuladas estimadas no han sobrepasado las 350 unidades, frente al millar que en España se consideran nocivas para la salud. Al hilo de este estudio, Greenpeace estima que no se puede descartar la relación de forma tajante. En este sentido, según Europa Press, el portavoz de la organización Carlos Bravo, alude a Andújar de forma explícita al recordar que en industrias como la de la ciudad, lo mismo que ocurre en Garoña (Burgos) o Guadalajara, al ser las más antiguas pueden ser de las más peligrosas. Deja claro que, cuando se pusieron en marcha, el control de las emisiones era menor. El análisis no entra en los posibles efectos en los empleados de la Fábrica de Uranio de Andújar.