Cerámicas Alcalá Villalta plantea un ERE mixto para salir a flote
F. J. Cabrera / N. López Bailén / Jaén
A un mes de su entrada en concurso de acreedores, la dirección de Cerámicas Alcalá Villalta retoma su plan de reestructuración y plantea dos expedientes de regulación para sortear una crisis que espera que sea 'transitoria'.

A un mes de su entrada en concurso de acreedores, la dirección de Cerámicas Alcalá Villalta retoma su plan de reestructuración y plantea dos expedientes de regulación para sortear una crisis que espera que sea 'transitoria'.
Propone la extinción de 17 contratos y la suspensión temporal de una veintena “durante doce meses”.
Advierte el gerente de Cerámicas Alcalá Villalta, Antonio Longarela, que estos expedientes de regulación de empleo obedecen al plan de reestructuración que la ladrillera bailenense presentó a los trabajadores el pasado diciembre. La dirección de la empresa no imaginaba, entonces, que, cuatro meses más tarde, se vería obligada a solicitar de forma voluntaria un concurso de de acreedores. Ahora, un mes después de que el Juzgado de lo Mercantil aceptara su petición y con la “rotunda voluntad” de los accionistas “de superar en el menor plazo de tiempo” esta situación, la junta directiva ha retomado su plan de reestructuración y propone al comité de empresa dos regulaciones distintas para una plantilla de 48 trabajadores.
Por un lado, plantea la extinción de 17 contratos y, por otro, la suspensión temporal —durante doce meses, según informan fuentes sindicales— de otra veintena. Dos propuestas en el marco de un ERE mixto que ya se han presentado al Juzgado y al comité de empresa y que, en estos momentos, están encima de la mesa sin que la patronal y los trabajadores hayan llegado todavía a un acuerdo. “Queremos que salga lo mejor posible, tanto para la ladrillera, como para nosotros”, indican las mismas fuentes del comité de empresa, que confiesan: “El ánimo de los trabajadores es malísimo porque no hemos cobrado desde enero y, ahora mismo, no vemos visos de que nos paguen porque no hay liquidez”. Para reivindicar precisamente el pago de sus salarios y denunciar el posible despido de 17 empleados, la plantilla realizó, el viernes, una sentada.
Por otro lado, la empresa también ha comenzado “los primeros contactos para conseguir convenios financieros cuanto antes”, apunta Longarela, que asegura: “Estamos trabajando para ver si, en un par de meses o en tres, podemos alcanzar la normalidad mercantil y salir del concurso de acreedores”. Cerámicas Alcalá Villalta llegó a esta situación cuando, después de una primera operación de crédito por valor de 1.250.000 euros —que le fue concedida en junio de 2009—, en octubre solicitó otra por un montante de un millón de euros que, esta vez, le fue denegado. “Tras cumplir con todas las exigencias, tanto de la Agencia IDEA, como de los bancos, una de las entidades financieras decidió unilateralmente no conceder la operación”, lo que abocó a la ladrillera a solicitar el concurso de acreedores.
A pesar de que la coyuntura es difícil y la situación crítica, Longarela, sin embargo, insiste en el “mensaje de optimismo” que la dirección lanzó hace un mes: “La empresa quiere seguir adelante trabajando y la familia Alcalá Villalta está poniendo todo de su parte”.