Blue Star: Los auténticos sesenta
Ignacio Frías /Jaén
El nombre lo tomaron de uno de los éxitos de The Shadows, Blue Star. Un conjunto nacido en Úbeda, en 1965, que llenó muchas noches de gloria, aunque su estrella nunca llegó a brillar porque 'la mili' frustró sus planes y la grabación de un disco con Zafiro.

El nombre lo tomaron de uno de los éxitos de The Shadows, Blue Star. Un conjunto nacido en Úbeda, en 1965, que llenó muchas noches de gloria, aunque su estrella nunca llegó a brillar porque 'la mili' frustró sus planes y la grabación de un disco con Zafiro.
Blue Star y la Coral Ubetense recordarán, este sábado, a las siete y media de la tarde, en el Hospital de Santiago de Úbeda, aquellos grandes viejos éxitos.
Las suyas son canciones y melodías instrumentales de grupos pop y del rock and roll, como The Beatles, Rolling Stones, Bee Gees, The Animals o The Shadows, a los que admiran y son, ayer y hoy, su fuente de inspiración. Por entonces, los Blue Star eran cinco jóvenes ubetenses, de 16 años, (“Balbi” Jurado, Juan Ogáyar, Sebastián Cortés —ya fallecido y sustituido en la actualidad por el baezano Francisco Fernández—, Paco López y José Manuel Rollán), dispuestos a comerse el mundo con la música. Y empezaron con buen pie. Nada menos que de teloneros de Los Bravos en Jaén, Martos y Linares.
A partir de ahí, sus conciertos se prodigaron por toda España y, aunque mayoritariamente tocaban versiones, también habían compuesto temas propios, pero nunca llegaron a ver la luz en un disco. José Manuel Rollán, teclista de Blue Star, recuerda que la casa Zafiro les propuso editar un disco, justo cuando tenían que hacer el servicio militar: “Una de las condiciones que nos impuso Zafiro en el contrato era que en la promoción teníamos que estar nosotros, pero como ya nos habíamos incorporado al servicio militar fue imposible, porque en el Ejército no nos dieron permiso, y el grupo acabó desintegrándose y dispersándonos”.
Algunos habían continuado haciendo carrera musical. Con el paso de los años los miembros de Blue Star volvieron a coincidir en Úbeda, pero poco después falleció Sebastián Cortés, que seguía viviendo en Madrid y había llegado a hacer una importante carrera musical como batería. A su entierro asistieron cantantes famosos como Serrat, Víctor Manuel o Ana Belén.
“Al volver del entierro de Sebastián —comenta José Manuel Rollán—, Juan Ogáyar propuso que le hiciéramos un homenaje. Nos liamos la manta a la cabeza y montamos un grupo y, en 1992, dimos un concierto a beneficio de su viuda, que también falleció al año siguiente”. El concierto fue un éxito rotundo y conseguimos recaudar un millón de pesetas de la época. Lo suficiente para animarles a seguir ensayando, más que nada, para matar el gusanillo de su verdadera pasión.
Ninguno de estos Blue Star veteranos vive ya de la música. Pero los anima también la virtud del altruismo y la solidaridad. “Tocamos porque nos gusta, pero siempre que nos llaman para participar en una causa benéfica o humanitaria, que no sea política, no lo dudamos y estamos dispuestos, con la salvedad de que solo hacemos una o dos actuaciones al año”, subraya Rollán.
Como, en todo caso, lo suyo es una afición, se permiten el lujo de tener instrumentos de marcas que hicieron historia y forman parte de la leyenda, pero que les permiten sacarles los sonidos originales. Otra de las grandes ideas de Juan Ogáyar, en 2009, fue la de actuar con una coral. Dicho y hecho. Los Blue Star se lo propusieron a la Coral Ubetense y esta, a través de su director Ramón Ramos, aceptó encantada por el reto que suponía. Su primera actuación, señala José Manuel Rollán: “La Coral Ubetense es, sin duda, una de las mejores de Andalucía, tiene diversos premios nacionales e internacionales, y el concierto que dimos fue algo maravilloso y gustó mucho”. Este sábado, todo aquel que quiera disfrutar de esta original “fusión” puede hacerlo en el concierto a beneficio de la Asociación Síndrome de Down, que darán en el Auditorio del Hospital de Santiago de Úbeda. La entrada es un donativo de 5 euros.