Matrimonios sin amor
Las parejas se casan por amor y, aunque cada uno es de su padre y de su madre, existe un vínculo que los mantiene unidos y en sintonía. Lo que ocurre es que, cuando hay disparidad de opiniones, florecen las consabidas discusiones entre matrimonios. El gran problema surge cuando se rompe el amor. Entonces será misión imposible mantener viva la llama del casamiento. Algo parecido pasa cuando dos partidos, de diferente signo político, firman un pacto de conveniencia. La única conexión que existe entre ambos se llama poder.
No hay amor ni los roces del cariño necesarios para que las broncas queden reducidas al libro de las anécdotas.
El Gobierno de Andalucía es una muestra más de lo que acontece cuando no hay afecto en el matrimonio. El Partido Socialista e Izquierda Unida están unidos por lo que están. No tienen más remedio que entenderse para bloquear el camino al Partido Popular. Hay dos nombres propios “condenados” a tragar ruedas de molino: Susana Díaz y Antonio Maíllo. Ambos mantienen el pulso del diálogo desde el primer día de gobernabilidad compartida. Sin embargo, en la recta final de la legislatura la “gota” de la Corrala de la Utopía colmó la paciencia de la presidenta de la Junta de Andalucía. El golpe en la mesa de la máxima dirigente y la consiguiente crisis entre los dos socios fue interpretada en Jaén como una muestra de autoridad de una mujer con la que la dirección provincial está “a muerte”. Lo cierto es que, en el bando del Partido Socialista, hay quienes pensaron que Susana Díaz pudo ser más comedida, pero lo que reza en la oficialidad es que hay ocasiones en las que es necesario marcar territorio. En el otro, el de la Izquierda Unida jiennense, siguen amparados en la legalidad de las decisiones de su parte “contratante” y en el “error” en el que incurrió la presidenta.
Lo que queda de esta crisis de gobierno sin retorno es que la confianza entre quienes tienen que pilotar el pacto en Andalucía ya no existe. En la provincia de Jaén puede que tenga su reflejo en un futuro, pero lo cierto es que, por el momento, impera la normalidad. No hay previsión de rupturas, porque en realidad no hay nada que romper. Brillan por su ausencia los ayuntamientos gobernados mediante alianzas selladas entre sendos partidos, aunque sí hay presentes acuerdos puntuales en Mancha Real, el único municipio en el que existe entendimiento. En Baños de la Encina hubo “matrimonio”, pero el inesperado divorcio impidió a Izquierda Unida llegar a la Alcaldía. Lo mismo ocurrió en Campillo de Arenas, en Marmolejo y en Vilches, pero con otro partido, el Popular. En Huelma, Cambil y Villatorres gobierna la coalición de izquierdas en minoría, sin respaldo socialista. En Bailén el problema está en el edil “indisciplinado”. Y Huesa es el único lugar en el que funciona el “casamiento”, pero con el Partido Popular. Así está el “patio” en una tierra en la que a veces pesa más la persona que las siglas.
Canena
El Ayuntamiento está gobernado por Izquierda Unida con mayoría absoluta. Sin embargo, en el equipo de Gobierno hay reparto de áreas con el Partido Popular por voluntad del alcalde.
Lupión
Es el segundo municipio en el que la coalición que lidera en la provincia Luis Segura gobierna en mayoría absoluta. Es uno de sus “bastiones” en esta tierra de olivos.
Vilches
Gobierna Izquierda Unida, pero en minoría. Fue la lista más votada y pactó con el Partido Popular, en contra de lo que dicta la dirección. Sin embargo, se rompió el acuerdo.
Marmolejo
Gobierna Izquierda Unida en solitario y en minoría. Al principio hubo pacto de Gobierno con el Partido Popular, pero este último decidió abandonar por discrepancias.
Campillo de Arenas
Es el mismo caso que Marmolejo. Izquierda Unida gobierna en minoría después de la ruptura del acuerdo de gobernabilidad con el Partido Popular, que decidió abandonar.
Villatorres
El Partido Popular fue la lista más votada en las últimas elecciones municipales. Sin embargo, gobierna IU en minoría, después de un pacto inicial con el PSOE.
Cambil
La situación es la misma que la de Villatorres. Izquierda Unida gobierna con mayoría simple y, aunque pudo firmar alianza con el Partido Socialista, finalmente no lo hicieron.
Mancha Real
Gobierna el Partido Socialista, que consigue sacar sus iniciativas adelante gracias a acuerdos concretos con Izquierda Unida. Por el momento, no hay discrepancias importantes.
Baños de la Encina
Gobierna el Partido Socialista. Había un acuerdo, mediante el que Izquierda Unida obtendría la Alcaldía en el último año y medio, pero se rompió.
Huesa
La Alcaldía estuvo en manos de Izquierda Unida los dos primeros años de legislatura. El resto corresponde al Partido Popular, fruto de un pacto que sigue.
Bailén
Gobierna el Partido Socialista gracias a un acuerdo con Izquierda Unida. Lo que ocurre es que el edil de la coalición tiene abierto un expediente disciplinario.
Huelma
Izquierda Unida fue la lista más votada en las últimas elecciones municipales. Podría haber pactado con el Partido Socialista, pero no hubo entendimiento.