Berville: Un proceso con ópticas diferentes de lo efímero
Ignacio Frías /Jaén
Una forma diferente y compartida de expresión artística. El cazorleño de adopción Christophe Berville ya dio un anticipo en el recién finalizado Festival de Teatro de Cazorla, y ahora, el 16 de diciembre, regresa al mismo escenario con su obra Process cooperacción, una actuación en la que confluyen el teatro, la poesía, las artes plásticas, la música en directo, la fotografía y el vídeo.

Una forma diferente y compartida de expresión artística. El cazorleño de adopción Christophe Berville ya dio un anticipo en el recién finalizado Festival de Teatro de Cazorla, y ahora, el 16 de diciembre, regresa al mismo escenario con su obra Process cooperacción, una actuación en la que confluyen el teatro, la poesía, las artes plásticas, la música en directo, la fotografía y el vídeo.
Process cooperacción es un canto al arte efímero y a la cooperación entre diferentes gremios artísticos. Un proceso que nace en el escenario de un teatro, el de la Merced de Cazorla, pero que, su autor Christophe Berville subraya que no es teatro. En él participan los actores Carlos Ríos, Esteban Plaza e Inma Martínez, que leerán tres poemas del dramaturgo cazorleño José Luis Ríos Jorquera. La música en directo la pondrá con la viola Ana Belén Lopezosa y la cámara de grabación la manejará Balbino Torrecillas.
“El espectáculo —explica Berville— es un compendio artístico en el que trabajamos desde varios ámbitos creativos, e incluye espacios sonoros que ayudarán al espectador a meterse en el ambiente. También hay un cámara que recogerá las imágenes en directo y se proyectarán en una pantalla grande”. Con las imágenes grabadas Berville realizará, posteriormente, en su taller un proceso creativo propio. El montaje forma parte del llamado Proyecto Lunar, de creación colectiva, con la implicación de diferentes disciplinas, que ya se ha puesto en marcha en algunos pueblos de la provincia. “Este nombre del proyecto se lo han puesto los sevillanos”, precisa Christophe Berville. “Se llama ‘lunar’ en referencia al vestido de lunares de flamenca, donde cada lunar va por su lado, sin tocarse entre sí. El proyecto lo que hace es juntar a diferentes personas y sacar algún tipo de trabajo creativo más innovador que el que realizan por su lado, en solitario”.
El artista cazorleño explica que previamente a que dé comienzo la performance, los profesionales participantes establecerán un coloquio con el público asistente, que ayudará a un mejor entendimiento y complicidad de lo que se mostrará sobre el escenario. Cada uno de estos montajes mantienen una línea común, pero todos son diferentes.