Arjonilla revive el amor entre el trovador Macías y doña Elvira
Nuria Fernández/Jaén
Las jornadas que Arjonilla dedica a su 'enamorado' se han constituido, casi, en una fiesta local. La excelente ambientación y la multitud de puestos de artesanía de todo tipo dan cuenta de la consagración de la celebración en honor del trovador Macías.

Las jornadas que Arjonilla dedica a su 'enamorado' se han constituido, casi, en una fiesta local. La excelente ambientación y la multitud de puestos de artesanía de todo tipo dan cuenta de la consagración de la celebración en honor del trovador Macías.
El traje de ciudadano de la época medieval está casi tan popularizado entre los vecinos de Arjonilla como el de faralaes. Son solo la séptima edición de las Jornadas Medievales de Macías El Enamorado, pero la iniciativa roza ya el rango de una fiesta local, por lo que no es de extrañar que, año tras años vuelvan a poblar las calles más castizas del pueblo mercaderes, bufones, malabaristas y titiriteros, cetreros y aves rapaces domesticadas y reptiles exóticos. El primero en anunciar la vuelta de la feria fue el emisario real, el pasado viernes por la tarde, que inauguró el mercado y animó a los vecinos a participar. Antes, una ronda puso a los vecinos en situación. El desfile de zancudos, escupefuegos, gigantes y músicos de corte, custodiados por caballeros calatravos, hizo que vecinos y locales pensaran en localizaciones de famosas películas de aventuras. Poco después, en las murallas del Castillo de Arjonilla, escenario en el que sitúa la leyenda la historia de amor entre el trovador Macías y doña Elvira, se escenificó la tragedia que inspiró a escritores de épocas muy dispares, como Lope, Bances o Lara. Un grupo de actores recordó cómo el juglar, loco por Elvira, una dama de la corte de la marquesa de Villena que le correspondía y que fue casada a la fuerza con un hidalgo, fue encerrado en prisión, desde donde cantaba a su enamorada. El caballero, celoso, entró y terminó con su vida. Esa misma noche se sucedieron multitud de iniciativas ya en el mercado, como una exposición de artesanía en el estand del Concello de Arxonilla, una demostración de técnicas de combate de los monjes guerreros de los siglos XII y XIII, un teatro y una exhibición de tiro con arco. Durante las dos últimas jornadas, además de numerosas exhibiciones, hubo talleres infantiles de esgrima y otras actividades, como, por ejemplo, alfarería. El sábado destacó un torneo de espada que congregó a un buen número de curiosos. Cuentacuentos, obras teatrales, músicos medievales y diversas exposiciones contribuyeron a ambientar las fiestas, que año tras años ganan aceptación y visitantes.