Aquellos tiempos del pluriempleo
Murió hace ya 27 años, pero le recuerdo como si hubiera hablado ayer con él. Y bien que me agradaba la conversación de aquel hombre, Antonio Almendros Soto, con quien siendo él 31 años mayor que yo, mantuve una excelente amistad cimentada por la coincidencia en algunas de las actividades que ambos realizábamos, cada uno por su lado, claro. Antonio Almendros, era un jiennense que fundó la primera agencia de publicidad de Jaén, a la que llamó “Atlas”. Dibujaba anuncios y realizaba carteles, colaboraba en la prensa escrita y la hablada manteniendo programas propios en Radio Jaén. El me contaba que el primer cartel de Semana Santa que fue editado en nuestra ciudad en 1940 fue obra suya. Mis primeros contactos con él fueron porque, siendo yo aprendiz de impresor en Gráficas Morales, le llevaba los impresos a su casa de la plaza Cervantes, donde tenía su oficina de publicidad. Supo de mis inquietudes y se interesó. Ahí comenzó una buena amistad. Entonces, había más posibilidades de coincidir en los trabajos, porque no éramos pocos los que tuvimos que practicar el pluriempleo, tocando no pocos palillos. Existía esa suerte de haber trabajo de más para todos. Antonio fue el hombre de las mil actividades y, a lo largo de mi vida, también yo he ganado un duro allí donde tuviera oportunidad de hacerlo honestamente. También tenía Antonio el ingenio para hacer versos —como nieto del insigne Almendros Aguilar que era—, sobre todo poemas con cierta sátira humorística, porque el buen humor era otra de las virtudes que atesoraba. Contaba mil anécdotas y recuerdo una que me ha sido evocada por la inminencia del Viernes Santo. Una madrugada de Viernes Santo, cuando Nuestro Padre Jesús asomaba su solemne figura por la puerta de la iglesia de la Merced, el pueblo jiennense, apretado en la plaza, gritaba emocionado, como ha sido siempre, vítores al Abuelo. ¡Viva el Abuelo! Y quien más gritaba y con mayor entusiasmo era un popular comunista. Un vecino que le conocía le dijo que cómo echaba tantos vítores al Abuelo siendo él un convencido ateo que no creía en Dios. El aludido contestó: “Es que no me vas a comparar tú a Dios con Nuestro Padre Jesús”. Nada mejor explica el amor, la devoción, la fe que todo el pueblo de Jaén siente por Nuestro Padre Jesús Nazareno.
El Chascarrillo
Estudiantes en masa
—En la noche del Lunes Santo, miles de estudiantes llenaron nuestras calles acompañando a su Cristo.—Y lo que perece milagroso es que ninguno se acordara del ministro Wert.
—En la noche del Lunes Santo, miles de estudiantes llenaron nuestras calles acompañando a su Cristo.—Y lo que perece milagroso es que ninguno se acordara del ministro Wert.
