Alumnos, profesores y examinadores valoran el nuevo examen de tráfico

Hace un frío infernal en la parada de autoescuelas del Bulevar a las diez de la mañana y la lluvia obliga a conectar los parabrisas, pero dentro de los coches que estacionan para hacer el relevo con los diferentes alumnos hay un microclima caldeado por los nervios. Para muchos aspirantes al deseado carné de conducir es la primera vez que se enfrentan a esta traumática prueba, que para algunos supone más estrés que hacer una carrera universitaria completa. A su vera, se encuentran los profesores. No son principiantes en lo que a exámenes se refiere, pero ayer experimentaron  la nueva prueba práctica en la ciudad de Jaén, que entró en vigor el pasado lunes en España.
Ante la novedad, todos coinciden en las ventajas que aporta esta prueba, aunque algunos maestros resaltan la obligatoriedad y necesidad de mejorar la señalización de la ciudad. Y es que en los diez minutos de conducción autónoma, el alumno tiene que demostrar llegar a un punto concreto a partir de una ruta señalizada —en la que se puede usar GPS—. “Jaén, como muchas otras ciudades, no está bien señalizada y lo sabemos muy bien, pues estamos todo el día ‘tirados’ en la calle”, destaca la presidenta de la Federación de Autoescuelas de Jaén, Ángeles Pérez, quien adelanta que, mañana, mantendrán una reunión con el jefe provincial de Tráfico en Jaén, Juan Diego Ramírez y con el concejal de Tráfico, Juan Carlos Ruiz, con el fin de acordar cuáles son los puntos problemáticos, así como la falta de señalización vertical y horizontal. Por eso, consciente de estas deficiencias, Pérez apunta que los  examinadores lo tendrán en cuenta.
Diana Sánchez Perabá /Jaén
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