Almacenes El Pósito cerrará a finales de año tras casi un siglo

Son las últimas tardes para un comercio histórico de la capital. Almacenes El Pósito cerrará el próximo 31 de diciembre, tal y como rezan varios folios colocados en escaparates. Antonio Martínez Chacón, regente de la tienda de ultramarinos, aseguró, en declaraciones a Diario JAÉN, que la firma tradicional —abierta desde 1920 en la plaza del mismo nombre— no tendrá actividad el año que viene; los cuatro empleados deberán, pues, reanudar sus trayectorias profesionales en otras empresas.

23 nov 2014 / 09:32 H.


Martínez está muy afectado por la desaparición, dentro de poco más de un mes, de la firma que ha sido parte fundamental de su vida. “Si por mí fuera, seguiría abierto”, dijo. Ocurre que los propietarios del local han puesto unas condiciones inasumibles para el gestor del establecimiento. “No podemos cumplirlas. Por ello, el contrato de arrendamiento no será renovado”, señaló Martínez Chacón, quien eludió profundizar más en el asunto. Hay vínculos familiares entre los propietarios de las instalaciones y el todavía gestor de Almacenes El Pósito. “La verdad es que no tengo ni ganas de hablar. Es como si se hubiese muerto alguien”, alcanzó a decir, y evidenció, en su voz, el mal trago por el que está pasando. Su rostro, ayer, en una farmacia céntrica de la capital, era el de un hombre vacío, apesadumbrado. Declinó fotografiarse junto al que ha sido prácticamente su segundo hogar: no quiere protagonismo en un desenlace que todavía le cuesta asimilar. Aunque no era el momento para retrospecciones, Martínez echó la vista atrás: su abuelo, Antonio Martínez Martínez, fundó el negocio que continuó su padre, Antonio Martínez Ruiz, y pasó, hace ocho años, a sus manos, a las de Martínez Chacón, el hombre que, pese a su voluntad, asiste al final de la marca.
Reacción. Vecinos andaban ayer por la Plaza del Pósito y se quedaban contemplando el cartel que anunciaba el cierre. “No lo sabía. Es una pena para el pequeño comercio”, dijo Flori Jiménez. “Más que una pena es una barbaridad que tenga que cerrarse después de noventa años. Me enteré hace poco”, expresó Justo Gámez, el gesto de resignación, cliente de Almacenes El Pósito. La estampa  era reveladora en torno a las dos de la tarde: la afluencia y el movimiento en bares próximos contrastaba con las persianas bajadas de un local que fue parte del “paisaje” jiennense cerca de un siglo.