Alcaudete.-La plantilla de Doña Jimena respira tras casi dos años de incertidumbre

Después de un largo proceso de incertidumbre desde que la empresa entrara en concurso de acreedores —el 28 de diciembre de 2011— la alegría ha llegado no solo a la plantilla de casi doscientos trabajadores que conforma esta empresa, sino también a todo el municipio. Y es que, tras casi dos años de espera,  finalmente se dio a conocer el auto definitivo del Juzgado de lo Mercantil de Jaén que permitió a la turronera de origen alicantino Almendra y Miel adquirir por 1,2 millones de euros los activos de Productos J. Jiménez, entre ellos la fábrica alcaudetense.
“Nos sentimos tremendamente contentos de que todo este largo proceso haya llegado a buen puerto”, afirmó Jorge Ruiz Rueda, presidente del comité de empresa de Doña Jimena. Para la plantilla de esta compañía alcaudetense la operación ha supuesto una gran alegría y, sobre todo, una inyección de tranquilidad, ya que no solo se salvan los casi doscientos puestos de trabajo sino, también, por el mantenimiento de todos los proveedores internos de la firma, que son locales y de la comarca. Desde hace más de cincuenta años —cuando se creó Doña Jimena— el sector de dulces navideños constituye, junto con la agricultura, un pilar fundamental para la economía de las familias del municipio.
“Estamos muy agradecidos porque el grupo Almendra y Miel haya confiado en nuestro equipo desde el principio, ya que ha permitido, en todo momento, la continuidad de la empresa durante el periodo del concurso de acreedores”, manifestó Pedro Ortiz, jefe de Administración de la empresa. En este sentido, la turronera alicantina Almendra y Miel alcanzó, con anterioridad al concurso de acreedores, una alianza estratégica de gestión con Productos J. Jiménez que ha posibilitado la continuidad de la firma durante este tiempo y que, de no haber sido así, hubiese llevado al cierre de la planta en Alcaudete. Por este motivo, desde el comité de empresa agradecen tanto a las familias Jiménez y Sirvent como a las instituciones implicadas todos los esfuerzos invertidos para conseguir que, definitivamente, la situación no terminase como ocurre con la mayoría de las compañías que entran en concurso de acreedores.
Carmen López /Alcaudete
Más información en nuestra edición impresa.