Alcalá la Real.- Dos carpinteros elaboran un burro, un caballo y una vaca para Linares
Juan Rafael Hinojosa /Alcalá
Dos carpinteros, Santiago López y su hijo Jorge, ultiman un encargo muy especial. Se trata de la confección de tres animales —una vaca, un caballo y un asno— para su colocación en un parque de Linares, donde los niños disfrutarán de ellos. Su maestría hace que haya más pedidos.

Dos carpinteros, Santiago López y su hijo Jorge, ultiman un encargo muy especial. Se trata de la confección de tres animales —una vaca, un caballo y un asno— para su colocación en un parque de Linares, donde los niños disfrutarán de ellos. Su maestría hace que haya más pedidos.
Los trabajos avanzan en el taller de la aldea de Santa Ana, próximo a la iglesia. Como explican los artífices de las obras, la idea de crear las tres criaturas surgió a petición de Manuel Pérez, propietario de un conocido vivero, quien asumió las labores de jardinería en la zona verde linarense. Para no tener que traer de Austria los animales —que suelen confeccionarse con hormigón o fibra—, pidió a sus amigos que los hicieran ellos mismos y ambos aceptaron gustosos el reto.
Santiago López explica que se trata de una labor totalmente artesana y hecha a conciencia. La materia prima son bloques de pino. A partir de unos patrones de cartón preparados por padre e hijo, obtienen las diferentes piezas, que luego se ensamblan, encolan y pulen con esmero. La tarea es tan minuciosa que la vaca tiene ubres y el caballo —que recuerda al de Troya o al famoso Clavileño en el que montó Don Quijote—, crines. El proceso, después de muchas horas y desvelos, se halla en su fase final.
Los tres animales se pintarán de distintos colores y se anclarán al suelo una vez que lleguen a Linares. La altura en la cruz de estos seres imaginativos pero inanimados es de alrededor de un metro. Los carpinteros se muestran convencidos de que, una vez en el destino, sus creaciones gozarán de gran éxito entre los niños de la ciudad minera y que el resultado estético será único.
Sin embargo, el borrico, el cornúpeta y el otro equino no son flor de un día. De hecho, en esta actividad, los López han visto un hueco con mucho futuro, hasta el punto de que ya preparan un lote de catorce unidades formado por burros y caballos de madera. De ellos seis ya está vendidos a particulares de Baleares. Y esto, dice Santiago López, es empezar.
trayectoria. La historia de este emprendedor es similar a la de muchos otros alcalaínos. Hace treinta años, la mala situación económica existente lo obligó a emigrar y a buscarse la vida en la isla de Formentera, desde donde regresó después de permanecer allí un cuarto de siglo. Volvió a la pedanía, donde hoy atiende un taller en el número 11 de la calle Horno de Santa Ana —un histórico edificio que albergó una escuela y un casino—. Junto con su descendiente trabaja en Carpintería de Madera Santiago, un negocio desde el que ha llevado a cabo, entre otros muchos encargos, una imagen de la Virgen o el retablo de la Abuela, patrona de la pedanía.