Al alcalde de Huesa
F. Javier Gómez Sevilla, portavoz Grupo Municipal PSOE Huesa, desde Huesa.- Durante la presente legislatura hemos sido convocados a dos plenos ordinarios, a los que hemos asistido en calidad de concejales electos del Ayuntamiento de Huesa.
Hemos asistido, no sólo porque es nuestro derecho, sino porque, además, es nuestra obligación como representantes del 42 % los votantes de nuestro municipio. Dicha obligación de asistencia no pasa, ni mucho menos, por la obligación de recibir insultos, de ser objeto de falsas acusaciones, de sufrir injurias y de que se ponga en cuestión la honradez y honorabilidad de los miembros del Grupo Municipal Socialista. En los dos plenos ordinarios celebrados hemos sido objeto de las críticas por parte de los miembros de los grupos gobernantes, lo que a pesar de ser políticamente posible, éticamente no deja de ser una manifestación de su incapacidad para gobernar en tiempos difíciles, buscando responsables de la actual situación fuera de su Equipo de Gobierno, cuando sus respectivos grupos tuvieron mucho que ver con lo que hoy soporta nuestro Ayuntamiento. No obstante, soportamos dichas críticas como parte del “juego” democrático de la política. Lo que de ninguna manera es aceptable, soportable ni asumible, es la actitud del público que ha asistido a los plenos, durante los que se han permitido los comentarios en alta voz, los sonidos de los móviles sin cesar y determinadas actitudes. Su obligación, como alcalde-presidente, del Ayuntamiento de Huesa es hacer que el orden y la disciplina imperen en todos los ámbitos de la vida ciudadana y, con más ahínco, durante la celebración de los plenos. Esa obligación es innata a su condición de máxima autoridad municipal y no puede renunciar a su ejecución. Por ello, le pido en representación del Grupo Municipal del PSOE del que soy portavoz, que ejercite su condición de máxima autoridad municipal y obligue a que se mantenga el orden y el decoro durante la celebración de los plenos del Ayuntamiento de Huesa. Siendo molesta la celebración de los plenos en las condiciones descritas, no es lo peor que se ha producido durante los mismos. En el turno de palabra del público —que como usted conoce perfectamente es potestad del alcalde-presidente otorgarlo o no— en ambos plenos se ha permitido, y tengo la sensación de que en alguna medida alentado, el linchamiento moral público de mi persona por parte de un ciudadano (alentado por otra persona que desconozco si a día de hoy es residente en nuestra localidad). Dicho ciudadano se ha dedicado a calumniar y difamar a mi persona con el consiguiente daño moral, llegando en el último pleno a llamarme ladrón después de haber relacionado de manera exhaustiva el patrimonio que dicho individuo cree que poseo, llegando incluso a insinuar que mis dos hijas trabajan para la Junta de Andalucía (lo que es absolutamente falso) con el único propósito de hacer creer al resto de personas que se encontraban en el salón de plenos que había utilizado mi condición política para beneficio de ellas. Su labor como alcalde-presidente no acaba al darle el turno de palabra al público, sino que continúa mientras éste hace uso de la misma, por lo tanto, su obligación era y es la de no permitir esa clase de actitudes. Ya le hicimos la advertencia y el ruego de que no hiciera dejación de sus funciones, justo antes de que finalizara la última sesión plenaria, pero desgraciadamente permitió que se produjeran los incidentes reseñados. Por la presente le comunico, en nombre del Grupo Municipal del PSOE, que no estamos dispuestos a consentir que se vuelvan a producir, y permitir, incidentes como los descritos o similares. Como representantes de un nutrido grupo de ciudadanos y ciudadanas de nuestro municipio merecemos, al menos, el respeto de todos para poder desarrollar nuestra labor de oposición, pero si, por dejadez de sus funciones, no se nos permite gozar de ese derecho al respeto, nos plantearemos las acciones que tomaremos para defender nuestros derechos, sin descartar las posibles acciones legales.