Agua Sierra Cazorla renegociará su deuda de 47 millones para salvarse
La actividad en Explotaciones Internacionales Acuíferas sigue, a pesar de que la empresa, conocida por su marca Agua Sierra Cazorla, tiene una deuda de 47 millones. Los administradores concursales quieren evitar el cierre lo que implica, en buena medida, convencer a la banca de que cobre menos de lo que se le debe.
No hay un problema a corto plazo para Explotaciones Internacionales Acuíferas, Agua Sierra Cazorla. Es una de las primeras conclusiones que sacan los administradores concursales nombrados por el Juzgado de lo Mercantil, después de que la sociedad, en octubre, entrara en un concurso de acreedores “necesario”. Las complicaciones, eso sí, están garantizadas si no se logran enjugar las obligaciones a las que tiene que hacer frente la sociedad que, en total, son de 47 millones de euros. Es la otra lectura, aplastante, del equipo de Solventia Empresarial, que representa el letrado Andrés Almagro. Ellos tienen la misión de salvar esta firma, una de las que más proyecta la imagen de Jaén y del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas fuera de la provincia.
Agua Sierra Cazorla tiene, actualmente, una plantilla formada por 60 trabajadores. Los empleados están al día, cobran “puntualmente”, como explican los expertos nombrados por el juzgado. Lo mismo le ocurre a los proveedores o los que suministran servicios básicos, como la electricidad o el teléfono en la fábrica de embotellado, entre Villanueva del Arzobispo y Sorihuela del Guadalimar. Ante esta situación, lo primero que tienen que hacer los administradores, y en ello se centran, es elaborar un informe detallado en el que aporten soluciones a largo plazo para la industria agroalimentaria. En este punto, aunque todavía es pronto para conocer cómo se hará, también queda clara ya una cuestión: la mayoría de la deuda acumulada por Explotaciones Internacionales Acuíferas corresponde a créditos solicitados a entidades bancarias. Es clave, por lo tanto, renegociar con la banca, para que rebaje sus pretensiones de recuperar lo prestado a Agua Sierra Cazorla. En este punto, lo que se plantea más razonable, al menos para garantizar la subsistencia de la empresa embotelladora, es la aprobación de una quita. Se trataría de que los acreedores aceptaran la petición del deudor para que todos sus acreedores aplacen el cobro o rebajen sus exigencias. Ello podría dar tiempo para que se recupere la sociedad. Hay un precedente en la provincia, ante una situación similar, la protagonizada por Productos J. Jiménez, fabricante de los famosos dulces navideños de Doña Jimena. Con una oferta de compra, que incluía un proyecto de futuro para la factoría, que tenía el respaldo, incluso, de administraciones como el Ayuntamiento o la Diputación, los acreedores de la banca no quisieron renegociar la deuda con la sociedad. Finalmente, la empresa entró en liquidación. Como en el caso de Agua Sierra Cazorla, hay trabajo en la fábrica de Alcaudete. Por el momento, no hay comprador para la unidad productiva, una operación que implicará que el nuevo propietario asuma la plantilla de la empresa.
José Rodríguez Cámara /Jaén
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