A la mafia le 'gusta' el aceite
Los productores de aceite jiennense son para los mafiosos un suculento bocado, al menos, cada dos por tres, intentan hincar el diente en la primera industria provincial. La enésima red desarticulada por la Guardia Civil puso sus ojos en la fábrica de Coosur de Vilches.
A los delincuentes organizados se les presupone capacidad para vender armas, traficar con personas o distribuir droga, pero, además de estas prácticas deleznables, al catálogo de actividades ilícitas de los malhechores hay que añadir la venta de aceite. No son pocos los procesos judiciales abiertos contra grupos que se dedicaban a engañar a honrados olivareros, a los que dejaban sin pagar lo producido o a los que, directamente, robaban el oro líquido de las cooperativas.
A la lista de operaciones como “Cisterna”, “Colesterol” o al caso Iniosa se suma otra intervención más, la “Mochilo”. El Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Madrid logró desarticular a una banda que, entre otras lindezas, presuntamente, se dedicaba a comprar, para luego no pagar, a gran escala, productos como el jamón o el aceite de oliva. El método empleado para el engaño precisaba la creación de empresas fantasma, a las que, con la presunta colaboración de un asesor fiscal, daban apariencia de legalidad y fiabilidad. Para cometer el delito, se fijaban en firmas con seguro para que la compañía con la que tenían contratada la póliza comprobara si la empresa fantasma era fiable. Al detectar un importante nivel de movimientos, no había problema. Es más, los mafiosos abonaban lo acordado, por medio de pagarés bancarios con varios ceros. Cuando el proveedor estaba más confiado, lo dejaban colgado. De esta forma, el grupo, encabezado por un italiano afincado en Barcelona, dio golpes en media España. En su intento por hacerse con mercancía de una forma fácil y barata, para luego revenderla y obtener unos importantísimos beneficios, acudieron a la provincia de Jaén que, para eso, todo el mundo sabe que es la cuna del aceite. En su recorrido, al menos, fijaron sus ojos en una empresa jiennense. La Benemérita, en sus investigaciones, constató que habían intentado hacerse con mercancía de la fábrica de Coosur en Vilches, del gigante agroalimentario Acesur. El buen juicio de los gestores de la aceitera les llevó a desconfiar de los mafiosos, como aclara la Benemérita. En la operación Mochilo se detuvo a 17 personas y se imputó a otras cuatro, que, además de robar aceite, presuntamente, falsificaban tarjetas de crédito. José Rodríguez Cámara /Jaén