A la caza de taxis piratas en Jaén

Jesús Vicioso Hoyo / Jaén
A 7 llegaron los taxistas piratas que transportaban viajeros como servicio público sin licencia ni autorización quefueron detectados en la provincia durante los últimos meses. Representantes del sector reconocen que el intrusismo hace “más daño que nunca” pero que, a la postre, es difícil de controlar.

    05 may 2013 / 09:19 H.

    Si el negocio ya está mermado de por sí, el dolor es doble cuando hay gente que se salta las normas para hacer mella a costa de los que trabajan con todas las de la ley. Esto ocurre en el sector del taxi de la provincia, donde la Junta informa de que abrió, en el último año, 7 expedientes sancionadores por realizar servicios de transporte público de viajeros sin autorización. Las multas son cuantiosas —van desde los 1.501 euros hasta los 4.601, estas últimas en caso de reincidencia o especial gravedad “por la magnitud del beneficio ilícitamente obtenido”, según fuentes de la Junta de Andalucía—. Pero, a pesar de todo, cada cierto tiempo los propios trabajadores legales encuentran chóferes que no son, precisamente, compañeros.
    En Andalucía, los expedientes abiertos por la Administración autonómica se elevan ya hasta los 161, de los que 118 corresponden a 2012 y 43 solo en el primer trimestre del presente año. Todas las provincias de la comunidad, con la única excepción de Córdoba, registraron piratas al volante. Donde más hubo fue en la capital de la Costa del Sol.
    Los principales damnificados por estos trabajos ilegales son, claro está, los taxistas en regla. Aunque ellos mismos reconocen que los viajeros que utilizan los coches de estos conductores clandestinos “se la juegan” al montarse, lo hagan de manera consciente o no. “Los taxistas ‘piratas’ son un auténtico peligro para los clientes, porque hay que tener en cuenta que no son profesionales y que no dan garantía ni se responsabilizan del servicio”, expresa el presidente de la Asociación Gremial Provincial de Autotaxis y Teletaxis de Jaén, Manuel García Vico. Este representante del sector incide, además, en el “agujero” que hace a la economía de los que intentan, cada día, salir adelante en plena crisis. “Las cosas están mal en general, también en nuestro sector, y es intolerable que haya gente que juegue con el pan de muchas familias jiennenses”, reconoce García Vico. “Tenemos que estar muy vigilantes para evitar que el intrusismo se haga hueco”, dice.