Homenaje por su jubilación

El médico José Ortega no se esperaba la sorpresa que le tenían preparada sus compañeras de profesión. El pasado martes, 30 de octubre, le organizaron una comida, en la que recibió un homenaje de despedida por su jubilación tras 40 años de profesión, dedicados a su labor en el servicio sanitario del Hospital Materno infantil de la capital. Sus compañeras que trabajaban con él en la sexta planta, concretamente en el servicio de Obstetricia y Ginecología del centro hospitalario, aseguran que dedicó toda su vida a su profesión y quieren darles las gracias por ayudarlas cuando lo han necesitado, enseñarles distintas metodologías de la profesión y por sacar lo mejor de ellas, ya que trabaja en este centro, prácticamente, desde que abrió sus puertas.

Carmen Águila es la supervisora de la planta y lleva unos 21 años trabajando codo con codo con Ortega en el Materno infantil. Declaró que fue una fiesta sorpresa que le prepararon entre los compañeros y quisieron tener el detalle con Ortega de comprarle como recuerdo un reloj entre todos. La reunión que aglutinó a los compañeros de profesión y a los familiares de Ortega tuvo lugar en el restaurante “Támesis”, donde pudieron disfrutar de la exquisita comida del menú que ofrece el establecimiento y de una plácida jornada de risas, que les sirvió para fraternizar, recordando anécdotas de la profesión entre amigos y desconectar de la rutina del trabajo.

Águila le dedicó a su compañero estas entrañables palabras: “Hoy celebramos tu jubilación con tus compañeras y familiares, con los que has trabajado y compartido tantos momentos en tu vida laboral y familiar. Puedo decir que tu trayectoria profesional ha sido intachable, tanto al cuidado de tus pacientes como en las relaciones con tus compañeras. Has sido un gran profesional, una gran persona y buen amigo, que has dejado una huella silenciosa y generosa en nuestras vidas. En particular, yo quiero darte las gracias; siempre has sido muy respetuoso y educado, por saber escuchar y por estar ahí cuando he necesitado ayuda; por tu paciencia y por ser tan buena gente. Se acabaron los horarios, ahora es buen momento para descansar, disfrutar de tus preferencias y sobre todo de tus nietos. A partir de ahora el tiempo es para ti y los tuyos. Todos te deseamos que tengas muchas suerte en tu nueva etapa. Nuestro mayor deseo es que seas inmensamente feliz. Gracias”.