“Nuestra historia va ligada a la del municipio, dado que por aquí han pasado ilustres visitantes y ha habido actos de lo más variados”
PREMIO villacarrillo
Un negocio familiar que representa, décadas después de su fundación, un referente para la hostelería. Eso es, en Villacarrillo, Hotel Sierra de Las Villas. El establecimiento se construyó a finales de los años 60 del pasado siglo. En 1973 lo adquririeron los actuales dueños, dos matrimonios formados por dos hermanos, Felipe Gamo Somolinos y Alfonso Gamo Somolinos, y dos hermanas, Antonia Aranda Mora y Francisca Aranda Mora.
En los comienzos era un alojamiento de dos estrellas. Sin embargo, los dueños comenzaron a hacer reformas, por ejemplo añadieron una segunda planta a la que había al principio. Recientemente el hotel, ya con tres estrella, ha sido objeto de una exhaustiva remodelación de la que quedan pendientes algunos flecos.
Desde hace unos años, trabaja en el negocio la segunda generación —primos o hermanos entre sí—, con Miguel Ángel Gamo Aranda como administrador. Hoy el establecimiento dispone de treinta y ocho habitaciones y una suite. Se trata de un inmueble moderno, a la última, después de la última reforma integral.
Miguel Ángel Gamo explica que la ubicación estratégica de Villacarrillo, cerca, por un lado a las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza y, por otro, al Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Por cercanía gente que viene. Entre ambos focos turísticos, el hotel se ha consolidado. Por otro lado, tiene como uno de sus grandes alicientes la cocina, en un confortable y acogedor comedor ampliado hace poco tiempo.
“El restaurante funciona muy bien. Desde siempre ha sido el motor del hotel. Abierto de manera permanente permanece tiene mucha clientela, sobre todo a mediodía”, detalla Miguel Ángel Gamo. Además del menú diario, los comensales tienen la opción de soborear la gastronomía típica de la zona, por ejemplo el afamado cordero al horno del negocio villacarrillense.
Hace ocho años se construyó un salón de bodas y celebraciones, llamado La Olivina, para atender la demanda. “Funciona a pleno rendimiento”, dice Gamo. La plantilla actual del hotel está formada por quince personas más refuerzos temporales, sin contar con La Olivina.
“Después de tanto tiempo somos un establecimiento de referencia. Por aquí ha pasado de todo, por ejemplo las primeras reuniones de los partidos políticas. La historia del hotel va ligada a la de Villacarrillo”, resalta el administrador. Entre los huéspedes conocidos menciona a Marta Sánchez, los miembros de grupos como Gabinete Caligari o toreros. “Estamos aquí para atender a quien quiera visitarnos. Tras tantos años somos sinónimo de calidad y servicio”, concluye Gamo.