El milagro de La Moratilla, motivo de devoción eterna

Más de 1.600 hermanos se reúnen cada 8 de septiembre en Villanueva

17 jul 2016 / 11:43 H.

Siglos de devoción llevan profesando, los vecinos de la comarca de Las Villas, a su madre y patrona, Nuestra Señora de la Fuensanta. Datada a principios del siglo XVI, la hermandad aglutina a más de mil quinientos cofrades devotos de la advocación mariana, protectora de las Cuatro Villas: Villanueva del Arzobispo, Sorihuela del Guadalimar, Iznatoraf y Villacarrillo. Casi en cada casa de estos cuatro municipios, uno se puede encontrar con un hermano de la ilustre cofradía. Su romería, cita señalada cada 8 de septiembre, reúne a miles de personas en torno al santuario, emplazado en Villanueva del Arzobispo, para rendir tributo a la talla de Domingo Sánchez Mesa.

Tanto fervor se debe, en este caso, a un milagro. Cuenta la leyenda que el rey moro de Iznatoraf mandó cortar las manos y arrancar los ojos a su esposa al conocer que ayudaba a cristianos, a la que después abandonó en el paraje de La Moratilla. Allí, la mujer escuchó una voz que le pidió que metiera sus brazos mutilados en el agua de una fuente y después se lavara con ella las cuencas de los ojos. Así, la esposa del rey moro recuperó manos y ojos y se encontró con la imagen de la Santísima Virgen.

Fue Miguel Ortega, director de Operaciones de Diario JAÉN, quien entregó el premio al alcalde de Villacarrillo, Francisco Miralles. “Muchísimos habitantes de las Cuatro Villas sienten devoción por esta imagen. Es un premio muy merecido”, dijo el alcalde.