Pecado divino para paladares exquisitos
Hojaldrinas Mata de alcaudete


Algunas empresas familiares han sabido no solo mantenerse, sino atravesar fronteras con la garantía del mejor de los productos. Es el caso de Hojaldrinas Mata, de Alcaudete, Premio Sabor Dulce que recogió de manos de Juan Antonio Martos, gerente de la Sociedad Cooperativa Agraria Cristo de la Salud. La adjunta de Dirección de la empresa y nieta del fundador, María Martínez Mata, agradeció el premio en nombre de toda la familia, que se siente muy orgullosa de recibirlo. “Este reconocimiento a la hojaldrina, que para nosotros es el producto estrella de la Navidad, es también para su padre, que era mi abuelo, Carlos Mata”, explicó al alcaudetense. La creó en 1945 y, desde entonces, siempre decía que la hojaldrina era un hijo más suyo. “Desde entonces, imagínense el cariño con el que se hizo. El mismo que nos ha inculcado a las siguientes generaciones para seguir con su fabricación y ofrecérselas a todos ustedes”, concluyó su nieta. No hay que perder de vista que la historia de productos Mata viene de muy atrás y es una muestra clara de que el tesón y el sacrificio llevan al éxito. Comenzó por finales del siglo XIX en el establecimiento de ultramarinos que la familia regentaba en Alcaudete. En el año 1897, Leandro Mata inauguró un obrador de confitería junto su mujer, María Burgos. Fue el germen de esta firma, a la que posteriormente se añadió el negocio de las conservas. Hoy exportan a decenas de países y es un referente en la bella tierra de la Sierra Sur.