Brisa a cuatro octavas en el sotobosque

Paisajes de la comarca Norte, con música antigua china, el sonido del guquin

11 may 2025 / 12:00 H.

Viento suave del nordeste. Brisa en el sotobosque alfombrado de hierbas y henchido de espléndidos hinojos, abiertas sus ramas con hojas capilares como alveolos olorosos que nos recuerdan al anís dulce. El aire induce tranquilidad en armonía con el piar de los pájaros y el murmullo del agua en el río cercano.

Álamos y encinas en este paraje de la Comarca Norte jiennense que bien pudiera sonar en un rango de cuatro octavas, como el sonido del milenario guquin chino: suave y melódico, propicio para disfrutar de un paisaje único, de sonidos graves a agudos, punteados en siete cuerdas de seda sobre una caja de cedro.

Aquí es el aire quien puntea sobre la seda del sotobosque en todo su verdor, sobre las hojas y los troncos del arbolado. Las piedras del cauce y los pajarillos cierran la octava. Y la diminuta oruga es, además, una metáfora delicada de cambio, de transformación en ciclos.