El camino que dicta el corazón

Decidida. Así define este reconocimiento a la mujer que, desde 2007, es presidenta de la quinta empresa de Jaén por facturación, Jafarco, la compañía que se encarga del suministro de medicamentos a buena parte de las farmacias de la provincia, con 350 socios y que da trabajo a 65 personas. María Jesús Oya es una mujer decidida no solo profesionalmente, sino en todos los aspectos de su existencia: “La vida me ha puesto en ciertas tesituras que me han empujado a tomar la decisión de seguir siempre hacia adelante”, dice. Emocionada, y decidida, recogió en la Gala Jaén Mujer su galardón de manos de otra mujer, también del mundo empresarial, la gerente de DKV Seguros, Teresa Viedma.

Cuando tomó la palabra contó que para preparar su discurso recordó un decálogo de cómo bordar una intervención en público, con consejos, por ejemplo, para conectar con un auditorio. “Decía que comenzar agradeciendo está prohibido porque es señal de falta de ideas y aconsejaba comenzar con una historia personal o con una cita. He intentado seguir el consejo pero hoy y aquí me es imposible plegarme ante tal recomendación. Quedará para mejor ocasión, ya que no puedo más que comenzar dándole rienda suelta a sentimientos que me surgen en el corazón, que no puedo contener. Sentimientos de gratitud”, confesó. Así, valoró expresamente a Juan Espejo y a Diario JAÉN: “Yo, sinceramente, pienso que la vida es un decidir constante. Libremente tenemos que tomar decisiones con la seguridad de que solo las que nos hacen felices son la que nos hacen personas libres”. Y aconsejo: “Hay que escuchar siempre al corazón, con la certeza de que se hace con serenidad y buena voluntad. Nos irá diciendo en cada momento la senda que se ha de tomar”.

Farmacéutica de profesión, su vocación desde muy joven, afrontó en 2007 el cargo de presidenta en Jafarco, tras varios años como número 2: “Han sido ocho años duros, en los que hemos trabajado mucho y ahora estamos inmersos en un proceso de fusión, ya que Jaén va a entrar en el primer grupo de distribución de España”. Y en este camino, nunca, dice, ha tenido que luchar más por ser mujer: “Todo lo contrario. Tengo un equipo humano muy bueno, soy una mujer llana y cuando he tenido que dar un zapatazo, lo he dado. La gente era consciente de que teníamos que salir adelante porque todos nos jugábamos todo”.