El club que se derrumbó dejando cuatro muertos en Palma de Mallorca no contaba con las licencias pertinentes

El peso añadido tras unas obras ilegales y la recolocación de unas mesas provocaron el colapso de la terraza palmesana

28 may 2024 / 18:15 H.
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El derrumbe de la terraza del Medusa Beach Club, en Playa de Palma, dejó cuatro muertos y dieciséis heridos la semana pasada. El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha confirmado este martes que no disponía de licencia de actividad ni de ocupación, según recogen varios informes emitidos por los departamentos municipales de Obras, Actividades, Disciplina Urbanística, Protección de la Edificación y Bomberos. Martínez ha adelantado que el Consistorio dará traslado del contenido de estos informes a la Policía Nacional y a la Fiscalía y que, en caso de abrirse una causa penal, se personará. El jefe de Bomberos de Palma, Eder García, por su parte, ha apuntado como principal hipótesis del derrumbe a la suma de los sobrepesos provocados por unas obras anteriores y por una sobrecarga de comensales. Sobre este último extremo, García ha apuntado a la posibilidad de que una recolocación puntual de las mesas para acoger a un grupo de 12 personas acabara por provocar el colapso que desembocó en el derrumbe.

El suceso provocó la muerte de dos turistas alemanas y dos trabajadores, senegalés y española, además de 16 heridos de diversa consideración, uno de los cuales sigue ingresado en planta. La terraza de la primera planta se vino abajo y fruto del impacto de unos tres o cuatro metros e impactó sobre una bóveda, que también cedió provocando el hundimiento del sótano. Respecto al contenido de los informes, el del área de Actividades confirma que la planta sótano dispone de licencia de bar musical, la planta baja tiene licencia de restaurante, mientras que la terraza, como ha adelantado el alcalde, no tiene ni licencia de actividad ni de ocupación. El informe de Obras, por su parte, constata que no había ninguna solicitud de licencia de obras y el de Disciplina Urbanística, que se abrieron expedientes en 2013, aunque ninguno referido a la zona concreta del derrumbe. Sin embargo, en aquel año sí que se hicieron unas obras en el local que, entre otras medidas, supusieron la aplicación de una capa de mortero de unos cuatro o cinco centímetros y el recubrimiento de baldosas en la terraza, lo que provocó el sobrepeso al que se ha referido el jefe de Bomberos. En 2023, además, el inmueble recibió una Inspección Técnica de Edificios (ITE) desfavorable, aunque no se comprobó si la propiedad había ejecutado las actuaciones encaminadas a subsanar las deficiencias.

Responsabilidad de los propietarios y más inspecciones

En este punto, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha apelado a la responsabilidad de los propietarios. “La solución sería poner un funcionario en la puerta de cada uno de los 5.000 locales que hay en Palma. Parece una obviedad, pero no se pueden hacer obras ilegales ni se pueden llevar a cabo actividades prohibidas en locales de pública concurrencia que no tengan licencia de actividad”, ha reiterado. Según han añadido, una decena de funcionarios se encargan de estas cuestiones. Además, el primer edil ha anunciado además el inicio de una campaña, ya prevista, de controles en la zona. Será una campaña transversal, que afectará a diversas áreas municipales. En este punto, Martínez ha aprovechado para reiterar la necesidad de que se acometan inversiones para la transformación de zonas turísticas maduras, como Playa de Palma. Además, el Ayuntamiento de Palma correrá con los gastos de la repatriación de dos de las víctimas.

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