Visita llena de recuerdos en torno a una leyenda del Real Jaén

Un encuentro donde la casualidad y el destino se fusionaron para vivir un momento mágico. Así se puede definir la situación que vivió Juan de Dios de la Calzada, que por determinadas circunstancias se encontraba en la tienda del Real Jaén en el número 11 de la Calle Virgen de la Capilla cuando cruzaron sus puertas tres personas que, directamente, impregnan los valores de la auténtica leyenda del Real Jaén: Ángel María Arregui. En esta ocasión, fue su hijo menor, Guillermo Arregui, quien visitó el local junto con sus hijos, Lacopo y Sebastián.

Guillermo actualmente lleva unos años residiendo en Granada, junto con su esposa, que es de México y su hijo menor, Sebastián. Iacopo, por su parte, es bailarín profesional en el Ballet de Zurich (Suiza). Tanto Guillermo como Lacopo y Sebastián pudieron contemplar el legado que, 55 años después de su fallecimiento en accidente de tráfico, todavía se mantiene en el imaginario colectivo de Jaén y, especialmente, de la afición del Real Jaén. Fue una visita entrañable, en la que tuvieron tiempo para posar con la Copa Federación conquistada en 1952, Iacopo se colocó el pañuelo emulando así cómo jugaba su abuelo y además, todos ellos recibieron como regalo la camiseta que homenajea a la Olímpica Jiennense.

La hija de Ángel María Arregui, Esther —los otros tres hijos son Ángel María, María de los Ángeles que falleció durante el confinamiento y el mencionado Guillermo, siendo éste el menor—, reside en la provincia y reconoció a Diario JAÉN la emoción que supone que la gente todavía le recuerde con mucho cariño: “Ha pasado mucho tiempo desde que falleció, pero para toda la familia es algo que nos llena el alma, en especial para mi hermano Guillermo y para mi, puesto que tuvo el trágico accidente cuando éramos muy pequeños y nuestros recuerdos son casi inexistentes. Pero gracias a las fotos y todo lo que hablamos de él con la familia y lo que nos cuenta la gente es lo que nos enorgullece de dónde venimos”. Esther remarca que habló con su hermano en la mañana de ayer y le señaló la emoción que le puso estar allí: “Me comentó que le gustó mucho, le encantó y me destacó el recibimiento tan cariñoso y exquisito que tuvieron, de hecho le regalaron las camisetas”. Por último, Esther Arregui señaló un deseo que tiene para esta temporada tan especial como es la del Centenario del club blanco: “Ojalá remonte el Real Jaén, es nuestro equipo de la provincia y pueda salir del bache en el que se encuentra ahora mismo. Es un equipo que, a pesar de los problemas, siempre resiste, como la vida misma”.

Sería el mejor regalo para disfrute del mito, allá donde esté.