La selección española de waterpolo espanta a su “bestia negra” (10-7)
Los de David Martín triunfan contra Hungría en la segunda jornada de la primera fase del grupo B, gracias a las paradas de Aguirre y los goles de Granados, Larumbe y Munárriz

La selección española de waterpolo ha logrado un triunfo (10-7) de lustre contra Hungría en la segunda jornada de la primera fase del grupo B del torneo olímpico de los Juegos de París 2024, disputada en el Centro Acuático, gracias a las paradas de Unai Aguirre y los tantos de Álvaro Granados, Marc Larumbe y Alberto Munárriz. España se quitó complejos de un manotazo contra su “bestia negra”, aquella que le ganó en la final del Europeo de 2022 y el partido por el bronce en Tokyo 2020. Además, Hungría fue campeona el pasado año en el Mundial de Fukuoka (Japón) en el primer test olímpico serio, y en el que David Martín planteó un partido físico, desde la defensa y a pocos goles.
Un par de lanzamientos lejanos de Alberto Munárriz y Bernat Sanahuja le adelantaron (2-0) en el primer parcial en el que su rival se chocó con el acierto de un infranqueable Unai Aguirre. Tan sólo un palmeo casi al final de Daniel Angyal (2-1) permitió a la anterior campeona del mundo encontrar una fisura en el muro que levantó Aguirre en la portería hispana. Más intercambio de golpes (2-2) hubo en el segundo parcial, al que España se fue con ventaja con un lanzamiento postrero de Marc Larumbe (4-3) que devolvió el “magiar” en la última jugada antes de un descanso donde todo eran buenas noticias.
En el inicio del tercer parcial, los tantos de Alberto Munárriz y un par de Álvaro Granados, uno de ellos de penalti, elevaron la distancia (7-4) entre la hasta ahora víctima y su anterior “verdugo” hasta casi decantar el duelo. Hungría no se dio por vencida y recortó hasta el 7-6 después de un tiempo muerto. Pero un parcial de 3-1, con un palmeo de Miguel de Toro desde la boya incluido, sentenciaron la victoria (10-7) de España, que se mostró sólida, una roca frente a otra aspirante al oro olímpico en París y que sumó su segundo triunfo consecutivo tras el de Australia. Serbia será, en la tercera jornada el 1 de agosto, la siguiente vara de medir de la ambición de una España que no se pone límites en estos Juegos.