Nadal desarbola a Federer y estará en su duodécima final

El ganador del Djokovic-Thiem, suspendido por lluvia, rival en París

08 jun 2019 / 11:51 H.

El tenista español Rafa Nadal buscará el domingo su duodécimo título de Roland Garros, segundo'Grand Slam' de la temporada, después de clasificarse para la final tras desarbolar al suizo Roger Federer en tres sets (por 6-3, 6-4 y 6-2) en apenas dos horas y media de partido. El duelo, 39 entre ambos, había despertado mucha expectación en París, pero el balear se encargó de que el espectáculo no se alargase demasiado con una actuación repleta de solidez en unas condiciones complicadas por el fuerte viento reinante en la abarrotada pista Philippe-Chatrier, que no impidió que se viesen golpes de maestro. Federer, que no jugaba contra el de Manacor en este escenario desde la final perdida de 2011, pareció quedarse clavado en el tiempo. Pese a su inferioridad ante el que considera el “rey” de la tierra batida, su buen hacer en su camino hasta esta semifinal cuatro años después de su última aparición en la capital francesa, auguraban algo de optimismo; pero, como antaño, el once veces campeón fue implacable y le fue minando la moral hasta que casi le obligó a rendirse antes de tiempo.+ Nadal mantuvo impoluta su hoja de servicios en el torneo, donde nadie le ha ganado todavía en la penúltima ronda y donde estadísticamente eleva su nivel y su fiereza. El de Basilea intentó aguantar, pero tras perder la segunda manga de una forma un tanto imprevista, dejó vía libre al de Manacor hacia su vigesimosexta final de Grand Slam donde buscará su decimoctavo título. Desde el inicio el español rompió su primer saque y se puso 3-0 arriba. Sin embargo, el helvético no perdió la compostura y supo recuperar ese “break” antes de que Nadal, en su sexta oportunidad, quebrase por segunda vez, una ventaja que ya no desperdició. Federer se recompuso rápidamente de la pérdida del primer set y fue el que se puso por delante tras romper y ponerse 2-0. Pero como en la anterior manga, la alegría le duró un suspiro porque el balear encontró la fórmula al resto para ganar.