Los valientes del bowling

El club de bolos de Linares compite en la élite nacional sin apenas patrocinios ni relevo generacional

05 mar 2016 / 10:35 H.

Un vigilante de seguridad, un jefe de ventas, un comercial, un empresario y dos jubilados. Estas son las actividades de los seis jugadores que mantienen en pie el Club Bowling Linares, uno de los mejores equipos de Andalucía y, en la actualidad, cuarto clasificado en la segunda fase de la Liga de Primera División Nacional. Compiten contra las grandes potencias de los bolos americanos en España —Madrid, Barcelona y Valencia— sin apenas patrocionios ni relevo generacional, ya que practican un deporte costoso, al que difícilmente tienen acceso los jóvenes en una ciudad con una tasa de paro juvenil que supera el 60%.

Antonio Montiel, Francisco Ferrón, Ignacio Díez, José Mingorance, Pedro Polaina y Ángel Marco se hacen miles de kilómetros cada temporada. La crisis los ha dejado prácticamente sin sponsor, por lo que todos los gastos corren por su cuenta. Un mes de competición —suelen ser tres salidas— le cuesta a cada uno de ellos de quinientos a seiscientos euros, entre hoteles y dietas. Buscan lo más asequible de cada zona y han dejado de ir de restaurantes. “Nos apañamos con el Mercadona. Los tiempos de comer fuera han pasado”, asegura Francisco Ferrón.

La pasión por el bowling es tan fuerte que les impide abandonar. Son deportistas natos, de fuertes convicciones y forman un equipo que va más allá de la competición. Son amigos y los guardianes de una modalidad que en Linares, antes de la crisis, vivió una auténtica explosión con equipos masculinos y femeninos en diferentes categorías. No había horas libres en la sala de bolos de la ciudad para jugar y era raro el fin de semana en el que no se celebraban torneos. Sin embargo, los patrocionadores comenzaron a escasear y con ellos los jugadores y las competiciones.

El Club Bowling Linares lucha con más fuerza si cabe para mantener este deporte en un municipio que se ha ganado el respeto de toda Andalucía y del resto de España a base de éxitos. Para ello necesitan apoyos. “No queremos que se pierda. El objetivo es que los chavales vuelvan a la pista y tengamos una cantera sólida, pero hace falta más respaldo tanto público como privado”, señala Ferrón. Linares, además, puede presumir de contar con uno de los mejores jugadores del momento, Ignacio Díez, quien a punto estuvo de ser seleccionado para jugar el Europeo de Eslovenia. “Cuando todos fallamos está él. Es un todoterreno”, destaca.