Salidas para evitar los juzgados

El Linares vive la mayor crisis deportiva e institucional desde su refundación en 2009. A la preocupación por irregular marcha del primer equipo, se suma la inestabilidad económica que atraviesa la entidad debido al agujero de más de 43.000 euros en las arcas azulillas detectado por la auditoría. La junta directiva reconoce que ese dinero ha desaparecido y que no sabe dónde está. “La causa se encuentra en manos de los abogados de una y otra parte”, se limita a decir el portavoz del Linares, Juan Manuel Rivas. La otra parte en cuestión de la que habla el club apunta, presuntamente, hacia el extesorero, Antonio Zapata, que fue, precisamente, quien advirtió del descuadre contable y, tras comunicarlo al resto de la directiva, fue cesado de sus funciones y señalado desde dentro. Juan Manuel Rivas insiste en que pronto se sabrá la verdad y que se llegará hasta las últimas consecuencias para esclarecer un hecho que pone de manifiesto la falta de control y los errores de fiscalización de las cuentas.

El directivo asegura que los servicios jurídicos del club han mantenido contactos con “la otra parte” para recabar más información sobre los movimientos contables, tanto antes como después de que tuvieran los primeros indicios sobre la desaparición de fondos. “Nuestro abogado ya ha hablado con el letrado de la otra parte y ahora tenemos que aclarar qué pasa. Vamos a hacer todo lo posible para que se sepa la verdad, es decir saber qué ha pasado con el dinero y que se devuelva”, sentencia Juan Manuel Rivas.

En caso de que no se llegue a ningún tipo de acuerdo o no se avance en el proceso para justificar la salida de capital de la entidad, la directiva advierte de que acudirá a los juzgados. “Nos duele mucho lo que está pasando, pero si no nos queda otro remedio tendremos que dirimir todo este asunto ante un juez”, reitera Juan Manuel Rivas. El Linares no tuvo fundadas sospechas de esta situación hasta el pasado otoño, cuando comenzaron a producirse discordancias en la gestión contable del club, lo que llevó Antonio Zapata —de quien, por ahora, no hay prueba alguna que lo inculpe de nada— a poner en conocimiento de sus excompañeros de junta que algo no iba bien en la contabilidad.

Lo único cierto es que esta situación ha generado un ambiente de desconfianza entre los socios, los abonados y los aficionados, en general, del Linares, ante lo que se presumía un curso “tranquilo” después del ansiado regreso a la División de Bronce y por la estabilidad presupuestaria de la que presumía la institución azulilla. Juan Manuel Rivas precisa que la directiva celebrará una asamblea para informar con pelos y señales sobre todo lo relacionado con las cuentas. Así, añade que el cónclave ya estaba previsto antes, incluso, de que un grupo de socios presentara por escrito exigiendo su celebración en el plazo máximo de un mes.

continuidad. Por otro lado, el representante del Linares afirma que el puesto del entrenador, Antonio José García, “Torres”, no corre peligro alguno y que cuenta con “toda la confianza” de la junta directiva. “Tiene contrato en vigor y seguirá en el banquillo hasta agotarlo”, confirma Rivas, para quien la situación deportiva solo se debe a una mala racha que espera acabe pronto. En este sentido, hace un llamamiento a la afición para que, “ahora más que nunca”, esté con el equipo. “Todos, desde el presidente hasta el último aficionado, debemos estar unidos. Es el momento de que hagamos todos piña. Sabíamos que sería un año duro y que tendríamos altibajos, pero los seguidores deben de ser conscientes de solo que nosotros podemos sacar el proyecto adelante”, reclama. Torres, cuestionado por un sector de la grada, cuenta con el apoyo no solo de la junta directiva, sino también de la plantilla, como ya dejó claro el tercer capitán del equipo, Higinio Vilches, a la conclusión del entrenamiento del pasado lunes. El colectivo vuelve hoy al trabajo tras una jornada de descanso.