El fútbol nos debe mucho

Decepción mayúscula la que nos llevamos hace una semana en el partido contra el Algeciras que nos dejaba sin la posibilidad de seguir luchando por el ascenso. Ni el más pesimista se imaginaba perder de esa manera, en un partido tan pobre de los nuestros que sufrieron los golpes del destino en los partidos anteriores y les hicieron llegar moralmente rotos a la cita más importante de la temporada. Tras competir de tú a todo contra un equipazo como el Ferrol y merecer ganar el partido de ida en tierras gaditanas esa derrota final dejó muy tocados a nuestros peloteros y cuerpo técnico. Y las dinámicas en el fútbol es lo que tienen y fue el detonante del último partido y del final del sueño de regresar a la categoría de bronce. De poco sirve la gran temporada regular si al final no se logra el único objetivo del club. Nos queda mínimo otro largo año en el infierno y llega el momento de asimilar lo ocurrido y recuperar fuerzas para volver a intentarlo. Lo que está claro es que la afición necesita algún motivo para volver a recuperar algo de ilusión, pero estoy seguro que al final cuando pase el verano y vuelva la liga, los incondicionales volverán a estar al lado del equipo. A pasar el luto lo mejor posible y ahora más que nunca ¡Hala Jaén!