Cuando Castellón fue azulilla

Un equipo del que solo quedan Rosales, Fran Lara y Rodri

01 jun 2020 / 12:42 H.
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De los partidos en campos de tierra en la provincia al culminar un ascenso a la categoría nacional en un estadio con historia y escenario de encuentros frente a rivales de Primera División. El 31 de mayo de 2015 ya está grabada en la memoria en esa legión de aficionados que tiene por todo el mundo el Linares. El color azulillo tomó Castalia en una jornada que sirvió para poner punto final al mes de las flores. Fuera del hábitat y el calor ambiental de Linarejos han llegado éxitos importantes, como el ascenso a Segunda A en Almendralejo y Puertollano, con la magia de Torres y Tolo Plaza o en Huelva, en 2002, con un penalti fallado por el filial albiazul. El Linares Deportivo, fundado en 2009, dominó con autoridad la Liga en el grupo noveno de Tercera División con un bloque consolidado y que un año antes, en 2014, se quedó cerca de la meta de Segunda División B al ser superado en la última eliminatoria por el Socuéllamos. El cruce de campeones deparó un duelo apasionante con el Castellón, el eterno aspirante a la División de Bronce. La ida fue en Linarejos, que empujó como es habitual para guiar a un mínimo triunfo con el gol de Fran Carles, que ya lucía galones en un equipo forjado con una base en la que la mayoría de los jugadores conocía a la perfección el ADN de la camiseta azulilla. Ocho días después cita en un partido de alto voltaje y con más de mil seguidores en Castalia. El Linares no falló y supo jugar con la presión y la condición de favorito de su rival. El gol local no llegó y en la recta final del encuentro se decidió la victoria y el ascenso del Linares Deportivo con los goles marcados por Jonathan Rosales, que transformó un penalti con gran tranquilidad, y Corpas, que resolvió un ataque con un sutil disparo. El pitido final sirvió para celebrar la fiesta de los jugadores y el cuadro técnico en el terreno de juego, mientras que en las gradas solo se escuchaban los cánticos de los seguidores del Linares con sus banderas, camisetas y bufandas. Cinco años después se rememora este éxito, aunque el equipo solo pudo mantenerse dos años en Segunda B. Un lustro después aspira a retornar a esta categoría. De nuevo ha sido campeón en una Liga afectada por la covid-19. Está a 180 minutos de un nuevo éxito y otra vez sería fuera, en Marbella, pero esta vez sin el apoyo de sus seguidores al ser los dos partidos con las gradas vacías.

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