800 metros de gloria

El jiennense rememora sus gestas sobre la pista

28 feb 2016 / 11:12 H.

En la actualidad reside en Sevilla por motivos laborales. Trabaja en Decathlon y es embajador de la firma deportiva Kalenji. Como en los tiempos de tartán y esplendor vive en constante lucha con el tiempo. Cursa estudios de Fisioterapia en la Universidad de Jaén y cuando el día, a veces generoso, le regala unas horas adicionales, se ajusta las zapatillas y sale a hacer aquello en lo que fue rey.

Juan de Dios Jurado Zafra (Mancha Real, 1981) pertenece a esa estirpe de hombres que paseó el nombre de Jaén a golpe de zancada. Pronto se contagió de la fiebre del atletismo. Con trece años encontró en las carreras una forma de libertad. Reunía cualidades innatas para adentrarse en un mundo en el que perseverancia y ambición eran condiciones “sine qua non”. Las encontró en las escuelas del antiguo Club Caja de Jaén, el actual Unicaja, bajo las directrices de una de esas personas que profesaban amor hacia el atletismo: Juan David de la Casa.

El binomio deportista-entrenador alcanzó cotas de gloria en la modalidad de los 800 metros, la distancia en la que Jurado Zafra concentró sus mayores gestas, con cinco títulos nacionales y dos cumbres mayores: el bronce del Campeonato de Europa de 2005 y el quinto puesto en el Mundial de Moscú de 2006. “Por relevancia destacó la actuación mundialista, pero por emotividad siempre que quedaré con la tercera posición en el Europeo. Es mi mejor momento como deportista”, puntualiza.

Si la vida es una fábrica de recuerdos, en la del exmediofondista siempre ocupará un rincón privilegiado aquel sprint final en la recta del Palacio de los Deportes. Melena al viento protagonizó, junto con Antonio Reina y Bogdanov, una hermosa pugna iluminada por los fogonazos de la grada. “Fue bonito. Aún hoy veo las imágenes y me tocan la fibra. Curiosamente, poco después batí a Bogdanov en otra prueba”, apunta. Aquel ciclo entre los años 2005 y 2006 fue el de la gloria y el laurel: firmó su mejor marca absoluta personal en Huelva (1:45.42), estableció en Andújar el récord de España en los 600 metros —con vigencia hasta hace solo unos años— y el del relevo 4x800 en Rieti (Italia).

Fue tras su fichaje en 2007 por el Club Adidas cuando Jurado Zafra halló el amargo reverso de la moneda. Como es ley de vida, el tiempo se cobró factura y asomaron las adversidades. Primero en forma de lesión y luego con una de esas llamadas telefónicas que jamás deberían recibirse, la que transmite un acontecimiento trágico e inesperado: su mentor y entrenador se dejó la vida en un accidente de tráfico. Nada volvió a ser igual sin De la Casa. El tendón de Aquiles no le concedió tregua; las piernas y la mente tampoco respondían, a pesar del trabajo realizado por los otros dos técnicos en su carrera, Víctor Alberca y Manuel Pancorbo. “Me di cuenta de que el atletismo ya solo me quería como amigo”, precisa.

En la treintena se alejó para siempre de la élite y empezó el coqueteo con las pruebas de fondo. No es raro, a sus casi treinta y cinco años, contemplar la fina silueta de Jurado Zafra en las pruebas populares y las medias maratones. Por sus venas aún fluye el dulce efecto del trote. Pero ya sea mientras camina por los pasillos de la Universidad o atiende a un cliente en Decathlon, será recordado para siempre como el hombre que hizo grande a Jaén a golpe de zancada, el atleta que convirtió los 800 metros en un portal hacia la gloria.