40 años de una gran decepción para el Real Jaén
El equipo de la capital dejó escapar el ascenso en el encuentro de los “paraguas”
La ciudad se engalanó para celebrar el ascenso del Real Jaén a Segunda A. Los blancos tan solo necesitaban una victoria en dos jornadas para subir de categoría en los partidos ante el Antequerano, en casa, y en la última jornada en el estadio Alfonso Murube de Ceuta, pero el objetivo era sellarlo en La Victoria con el respaldo de una afición que estaba orgullosa de la trayectoria del colectivo.
La fiesta estaba prevista en varios puntos de la ciudad y el equipo se concentró en el Parador de Santa Catalina para alejarse del ambiente de euforia que se vivía en Jaén. Nemesio Martín Montejo, Neme, ya fallecido, era el entrenador blanco, con Juan Murgado, de masajista, Juan Reina, de delegado, Emiliano Rodríguez, de secretario técnico, y el añorado Amadeo Pérez, de presidente. Juan Murgado, el eterno quiromasajista y persona carismática en la capital, encargó más de 2.000 llaveros conmemorativo y los vendió casi todos antes del 20 de mayo, la fecha del partido.
El equipo era líder con 47 puntos —las victorias en esa época valían 2— con una plantilla con numerosos jugadores provinciales y canteranos, como Juanjo Torres, Del Moral, que era el capitán, Fede Artiga, Rafa, Fernando Campos, Parras, Bautista, Ocaña, González, Pepe Cuesta, cedido por el Martos CD, Viedma, Sandalio o Del Monte, y otros de fuera: Álvarez, que llegó procedente del Castilla, Kubala, Pedro, Compains, Pedro López, que fue fichado en el mercado de invierno, Mundo, Manolillo, Botana, José Luis, Serrano y los porteros Corral y Antonio, suplente de Jorge D’Alessandro en el Salamanca de Primera.
La Victoria registró un lleno en un partido que se bautizó como el partido de los “paraguas” debido a la lluvia que cayó, prácticamente, durante los 90 minutos. Todo se desarrolló como estaba previsto y Kubala, autor de 18 goles esa campaña, anotó el 1-0 antes del descanso. El segundo tiempo fue un cúmulo de despropósitos blancos, que aprovechó el Antequerano para anotar dos goles, uno de Antonio Manuel y otro en propia meta de Antonio. De la fiesta prevista se pasó a la decepción, que fue aún más grande cuando siete días después el Real Jaén volvió a perder, esta vez en Ceuta (1-0), cuando un triunfo le daba el ascenso. Cuarenta años después aún se habla de la doble decepción y numerosos aficionados estuvieron años sin acudir a La Victoria.
Fue un duro golpe que tardó tiempo en asimilarse y no fue hasta la campaña 96/97, y después de cinco playoffs consecutivos, cuando se alcanzó la Segunda A. Este equipo, el de Neme, mereció mejor suerte y recibió un golpe cruel.
