Una noche shakespeariana

Otelo triunfa sobre las tablas del Teatro Infanta Leonor de Jaén

28 dic 2017 / 09:11 H.

Era un hombre destruido por los celos, desconfiado, envidioso, rencoroso y lleno de odio. Lo interpretó David Merlo, pero su verdadero nombre era Otelo, título homónimo del famoso drama escrito de William Shakespeare. La primera representación de esta obra de la que se tiene constancia data del 1 de noviembre de 1604, en el palacio de Whitehall, de Londres. La última fue anoche, sobre las tablas del Infanta Leonor, y ante la expectación de los jiennenses que se dieron cita, no tantos como se esperaban.

Merlo, además de protagonizar esta tragedia, es también su director. Él mismo confesó el trasfondo social que quería dejar entrever en ella llevando este texto clásico al teatro. Se trató de una crítica feroz al machismo y a la violencia que mostró su extremo más salvaje y el trágico resultado de tales comportamientos. En ella, dolor, sufrimiento y muerte mutaron entre las escenas de un drama que no pierde su actualidad.

Esta propuesta de Otelo rompió con todas las expectativas y las mejoró sustancialmente. No precisó de una gran puesta en escena para despertar el interés de todos los presentes y remover dentro de ellos un torbellino de emociones. En esa línea, y ante el silencio del público, resonó el violín de Laura Palacios, que aportó una elevada dosis de dramatismo a través de la interpretación de algunos temas propios en directo. Muchos de ellos estaban inspirados en los versos de Shakespeare y adaptados cuidadosamente a su métrica.

La interpretación de Bárbara Colodro, en el papel de Desdémona, fue sublime. La actriz arañó el alma del personaje y lo elevó a otro nivel. Se convirtió en una transgresora del género, casi un filtro entre el mundo real y la ficción shakespeariana que trasladó al público a la esencia más pura de las pasiones que quiso transmitir el escritor inglés en el siglo XVII.

Pocas veces un texto clásico es interpretado con tanto fervor y vehemencia. Y es que la compañía David Merlo rescata a jóvenes intérpretes —como es el caso de Emilio Córdoba¡— de Kaleidoscópio, su propia escuela de interpretación. De esta manera, los forma para subirlos a las tablas de grandes escenarios como el Infanta Leonor a representar obras conocidas mundialmente como Otelo, todo un reto que, en este caso, el actor supo defender con creces y merecidos reconocimientos.

De esta manera, comenzó la gira de la compañía teatral por Andalucía. Sus representantes —entre ellos, su productor José Soto quien, además, interpretó el papel de Yago— eligieron Jaén como punto de partida de esta comunidad autónoma. Ante el aplauso prolongado de los jiennenses, los actores se despidieron con una reverencia colectiva y la grata satisfacción de haber compartido con la capital una versión de Shakespeare mucho más cercana, crítica y dramática.