San Ildefonso, el barrio labrador de Jaén

San Ildefonso es el barrio jiennense de “las calles benditas”. Debe tan hermoso apelativo al Descenso de Nuestra Señora de la Capilla a la ciudad, que tuvo como escenario de su presencia en la capital el viejo arrabal, con la calle Ancha o de Muñoz Garnica como vía maestra por la que la Virgen recorrió su breve itinerario hasta detenerse a espaldas de la actual basílica. Es también la sepultura del gran arquitecto Andrés de Vandelvira, vecino de la feligresía —su casa sobrevive, aunque muy transformada—, que pidió ser enterrado con la túnica de La Veracruz, hermandad de la que era cofrade; y es, por antonomasia, el viejo barrio de labradores de Jaén, que, eso sí, escogió la nobleza para asentar sus solares; de ahí la profusión de palacios y casonas que constelan esta emblemática zona de la capital de la provincia. Por todo ello y por mucho más, San Ildefonso engrosa hoy el catálogo poético de Diario JAÉN, que se deshace en versos para exaltar la belleza urbana y el ambiente rural que, en muchas de sus calles, todavía conserva el barrio “de las calles benditas”.