Salvador García presenta hoy su poemario “Antes de que me vaya”

La obra está escrita por y para la provincia de Jaén, además de recoger costumbres y vocabulario a punto de extinguirse

06 nov 2025 / 09:34 H.
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LA ENTREVISTA

El poeta y divulgador Salvador García Ramírez presenta hoy, en la Biblioteca Literaria Giennense, su libro número 19, “Antes de que me vaya”, un poemario escrito por y para la provincia de Jaén y que anima a la superación, sin llegar a ser un folleto reivindicativo, y recoge muchas de las costumbres, e incluso un vocabulario a punto de extinguirse, sin ser un diccionario etnológico. Una obra que exalta rincones de especial belleza, sin la pretensión de ser exhaustivo ni completo, porque no es una guía de viajes. Se ha encargado la segunda edición, según informa Ana Lechuga.

—¿A qué responde el título Antes de que me vaya?

—Proviene de un verso del poeta Francisco Brines, un endecasílabo llamado Antes de que me vaya yo también. Le he quitado el “yo”, por aquello del ego, y he dejado “Antes de que me vaya” por dos razones, la primera, porque quería, en mi libro número 19, pararme a escribir algo sobre mi tierra que creo, necesita insuflarnos el creer en nosotros mismos, sacudirnos complejos, reivindicarnos, no permitir ser ninguneados por décadas por administraciones de un signo o de otro... Una tierra que da gente tan importante como Muñoz Molina, Juan Eslava, Joaquín Sabina, Supersubmarina... que es la primera productora del mundo de aceite de oliva, la primera en parques naturales, y la región con más fortalezas y castillos de toda Europa; que no es una tierra cualquiera. Yo creía que decir algo por mi tierra.

—¿Están las emociones más visibles al hablar de su tierra?

—Antes de que me vaya subraya también el gran drama de que hemos entrado en esa lista triste de la España vaciada. Me he dedicado a recorrer la provincia en los últimos años y he visto lugares que no conocía; zonas que da pena ver cómo un patrimonio tan paisajístico, humano y rural tan importante está abandonado.

—¿Cómo se consigue ser reivindicativo en un poema?, ¿Sacrifica la musicalidad o el ritmo?

—Para hacerlo he tenido que dividir el libro en tres partes: La Mirada al trasluz, en la que he ido mirando detenidamente determinados sitios de la provincia; Con nombre propio, una muestra de los principales lugares que destaco como postales de nuestro patrimonio, como el Palacio de Jabalquinto de Baeza, o el Castillo de Guadalimar y la tercera, más reivindicativa, hablo de que la gente joven de nuestra tierra se tiene que ir muy lejos a trabajar y las casas de sus padres parece que no las heredarán nunca. He hecho confluir esas tres partes intentando hacer un libro poético que sea reivindicativo, que anima a la superación, recoger en los versos costumbres y un vocabulario que está a punto de extinguirse y en definitiva, poner de manifiesto que somos una provincia que tiene muchísimo por lo que enorgullecerse.

—¿Significa este libro una evolución en su escritura?

—Tengo un reto desde que escribo, y es que he ido imponiéndome que en cada libro iba a estudiar otros registros; cambiar de verso con métrica a verso libre, versicular; una poesía mas racionalista, otras más irracional... ha supuesto un cambio, pero un cambio autoimpuesto. Además con este libro no tenía mucha perspectiva, y lo he tenido que dar a leer a amigos porque estaba hablando de algo muy mío, en lo que yo estoy inmerso. Como formo parte del paisaje del cuadro, no veo el cuadro. Ha supuesto que tenga que buscar incluso ayuda para ver si estaba escribiendo con cierta perspectiva y que lo pueda leer no solamente yo, sino cualquiera, aunque no sea de Jaén.

—¿Qué escritores han influido en su escritura?

—Admiro muchísimo a Antonio Muñoz Molina, del que leo todo. En El Jinete polaco está contando mi infancia estudiando en Úbeda. Veo las calles, cada sitio que describe. Pero para escribir poesía han influido en mi muchos autores a base de leer muchísimo, sobre todo para un hombre que viene del campo de la física. Me ha influido la poesía portuguesa, he leído mucha poesía portuguesa y tengo la suerte de tener ya un conocimiento mínimo del idioma como para poder leer en portugués y Eugenio de Andrade, Pessoa, me gustan mucho. En español, desde Juan Carlos Mestre hasta el mismo Francisco Brines, y muchísimos poetas que hay hoy jóvenes, por ejemplo, y por hacer tierra y provincia, Juan Manuel Molina Damiani, que me ha ayudado muchísimo.

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